Mi máximo por Su GrandezaMuestra

Visión y oscuridad

Cuando Dios le da una visión a un cristiano, es como si lo pusiera "a la sombra de su mano" (Isaías 49: 2). El deber del santo es estar quieto y escuchar. Hay una "oscuridad" que proviene de demasiada luz, ese es el momento de escuchar. La historia de Abram y Agar en Génesis 16 es un excelente ejemplo de escuchar el llamado buen consejo durante un tiempo de oscuridad, en lugar de esperar a que Dios envíe la luz. Cuando Dios te da una visión y la oscuridad sigue, espera. Dios traerá la visión que Él le ha dado a la realidad en su vida si espera en su tiempo. Nunca trates de ayudar a Dios a cumplir Su palabra. Abram pasó por trece años de silencio, pero en esos años toda su autosuficiencia fue destruida. Creció más allá del punto de confiar en su propio sentido común. Esos años de silencio fueron un tiempo de disciplina, no un período del desagrado de Dios. Nunca hay necesidad de pretender que su vida está llena de alegría y confianza; solo espere en Dios y cimentate en Él (ver Isaías 50: 10-11).

¿Confío en la carne? ¿O he aprendido a ir más allá de toda confianza en mí y en otras personas de Dios? ¿Confío en libros y oraciones u otras alegrías en mi vida? ¿O he puesto mi confianza en Dios mismo, no en Sus bendiciones? "Yo soy el Dios Todopoderoso. . . "-El-Shaddai, el Dios Todopoderoso (Génesis 17: 1). La razón por la que todos somos disciplinados es porque sabremos que Dios es real. Tan pronto como Dios se vuelve real para nosotros, la gente palidece en comparación, convirtiéndose en sombras de la realidad. Nada de lo que otros santos hacen o dicen puede molestar al que está edificado sobre Dios.

O Señor, con mucha oscuridad, me acerco a Ti. Despeja la penumbra de mí e inundame con la luz de Tu rostro.