Mi máximo por Su GrandezaMuestra

Transformado por la contemplación

La característica más importante que un cristiano puede exhibir es esta apertura completamente revelada ante Dios, que permite que la vida de esa persona se convierta en un espejo para los demás. Cuando el Espíritu nos llena, somos transformados, y al contemplar a Dios, nos convertimos en espejos. Siempre puedes saber cuándo alguien ha estado contemplando la gloria del Señor, porque tu espíritu interior siente que refleja el carácter del Señor. Tenga cuidado con cualquier cosa que pueda manchar o empañar ese espejo en usted. Casi siempre es algo bueno lo que lo manchará, algo bueno, pero no lo mejor.

La regla más importante para nosotros es concentrarnos en mantener nuestras vidas abiertas a Dios. Deje que todo lo demás, incluido el trabajo, la ropa y la comida, se quede a un lado. El ajetreo de las cosas oscurece nuestra concentración en Dios. Debemos mantener una posición de contemplarlo, manteniendo nuestras vidas completamente espirituales de principio a fin. Deje que otras cosas vayan y vengan como quieran; deje que otras personas nos critiquen como quieran; pero nunca permita que nada obscurezca la vida que "está escondida con Cristo en Dios" (Colosenses 3: 3). Nunca permita que un estilo de vida apresurado altere la relación de permanecer en El. Esto es algo fácil de admitir, pero debemos evitarlo. La lección más difícil de la vida cristiana es aprender a continuar "contemplando como en un espejo la gloria del Señor". . . . "

Oh, Señor, te veo tan completamente que soy peor que inútil sin Ti! Hazme sabio, con discernimiento y entendimiento hoy.