Mi máximo por Su GrandezaMuestra

La majestuosidad de su poder

Pablo dijo que fue dominado, sometido y sostenido como un tornillo por "el amor de Cristo". Muy pocos de nosotros sabemos realmente lo que significa estar bajo el yugo de el amor de Dios. Tendemos tan a menudo a ser controlados simplemente por nuestra propia experiencia. Lo único que abrazó y sostuvo a Pablo, excluyendo todo lo demás, fue el amor de Dios. "El amor de Cristo nos impulsa. . . . "Cuando oyes eso proveniente de la vida de un hombre o una mujer, es inconfundible. Sabrá que el Espíritu de Dios no tiene obstáculos en la vida de esa persona.

Cuando nacemos de nuevo por el Espíritu de Dios, nuestro testimonio se basa únicamente en lo que Dios ha hecho por nosotros, y con razón. Pero eso cambiará y se eliminará para siempre una vez que "recibas poder cuando el Espíritu Santo haya venido sobre ti". . . "(Hechos 1: 8).

Solo entonces comenzarás a darte cuenta de lo que Jesús quiso decir cuando dijo: ". . . seréis testigos de mí. . . . "No son testigos de lo que Jesús puede hacer, eso es básico y entendido, sino que son" testigos de Mí ". . . . "Aceptaremos todo lo que sucede como si le estuviera sucediendo a Él, ya sea que recibamos elogios o culpas, persecución o recompensa. Nadie puede tomar esta posición para Jesucristo que no esté totalmente obligado por la majestad de su poder. Es lo único que importa, y sin embargo es extraño que sea lo último de lo que los trabajadores cristianos nos damos cuenta. Pablo dijo que estaba cautivado por el amor de Dios y que por eso actuó como lo hizo. La gente podía percibirlo como loco o cuerdo; no le importaba. Había una sola cosa por la que vivía: persuadir a la gente del juicio venidero de Dios y contarles "el amor de Cristo". Esta entrega total al "amor de Cristo" es lo único que dará fruto en su vida. Y siempre dejará la marca de la santidad de Dios y su poder, sin llamar la atención sobre su santidad personal.

Llévame, oh Señor, a una comunión vital contigo mismo. Presiona hasta que esté encantado con Tu presencia. Haz que yo sea tuyo en la expresión de tu gracia así como en la experiencia de ella.