Mi máximo por Su GrandezaMuestra

¿Qué quieres que el Señor haga por ti?

¿Hay algo en su vida que no solo lo perturbe, sino que lo convierta en una perturbación para los demás? Si es así, siempre es algo que no puede manejar usted mismo. "Entonces los que fueron antes le advirtieron que debería callarse; pero él gritó mucho más. . . "(18:39). Sea persistente con su perturbación hasta que se encuentre cara a cara con el Señor mismo. No deificar el sentido común. Sentarse con calma, en lugar de crear un disturbio, solo sirve para deificar nuestro sentido común. Cuando Jesús pregunta qué es lo que queremos que Él haga por nosotros sobre el increíble problema que enfrentamos, recuerde que Él no trabaja de manera común, sino solo de manera sobrenatural.

Mire cómo limitamos al Señor al recordar solo lo que le permitimos a Él hacer por nosotros en el pasado. Decimos: "Siempre fallé allí, y siempre lo haré". "En consecuencia, no pedimos lo que queremos. En cambio, pensamos: "Es ridículo pedirle a Dios que haga esto". Si es imposible, es precisamente lo que tenemos que preguntar. Si no es algo imposible, no es una verdadera perturbación. Y Dios hará lo que es absolutamente imposible.

Este hombre recibió su vista. Pero lo más imposible para usted es estar tan identificado con el Señor que literalmente no queda nada de su vida anterior. Dios lo hará si le pregunta a él. Pero tiene que llegar al punto de creer que Él es Todopoderoso. Encontramos fe al no solo creer lo que Jesús dice, sino, aún más, al confiar en Jesús mismo. Si solo miramos lo que dice, nunca lo creeremos. Una vez que vemos a Jesús, las cosas imposibles que él hace en nuestras vidas se vuelven tan naturales como respirar. La agonía que sufrimos es solo el resultado de la deliberada superficialidad de nuestro propio corazón. No lo creeremos; no vamos a soltar cortando la línea que asegura el bote a la orilla; preferimos preocuparnos.

Te alabo porque todo lo que soy es tuyo. ¡Oh, para que pueda deleitarte como lo hace el lirio, o el árbol, o incluso los gorriones, viviendo la vida que me has concedido!