Mi máximo por Su GrandezaMuestra

¿Es esto la verdad de mí?

Es más fácil servir o trabajar para Dios sin una visión y sin un llamado, porque entonces no te molesta lo que Él requiere. El sentido común, cubierto con una capa de emoción cristiana, se convierte en tu guía. Puede ser más próspero y exitoso desde la perspectiva del mundo, y tendrá más tiempo de ocio, si nunca reconoce el llamado de Dios. Pero una vez que reciba una comisión de Jesucristo, el recuerdo de lo que Dios le pide siempre estará allí para incitarlo a hacer su voluntad. Ya no podrá trabajar para Él sobre la base del sentido común.

¿Qué cuento en mi vida como "querido para mí"? Si no me he apoderado de Jesucristo y no me he entregado a Él, consideraré querido el tiempo que decido dar a Dios y mis propias ideas de servicio. También consideraré mi vida como "querida". Pero Pablo dijo que consideraba su vida querida para poder cumplir con el ministerio que había recibido, y se negó a usar su energía en ninguna otra cosa. Este versículo muestra una molestia casi noble por parte de Pablo cuando se le pidió que se considerara a sí mismo. Él era absolutamente indiferente a cualquier consideración que no fuera la de cumplir el ministerio que había recibido. Nuestro servicio ordinario y razonable a Dios en realidad puede competir contra nuestra rendición total a Él. Nuestro trabajo razonable se basa en el siguiente argumento que nos decimos a nosotros mismos: "Recuerda lo útil que eres aquí y piensa cuánto valor obtendrías en ese tipo de trabajo en particular". Esa actitud elige nuestro propio juicio, en lugar de Jesucristo, para ser nuestra guía en cuanto a dónde deberíamos ir y dónde podríamos ser más utilizados. Nunca consideres si eres útil o no, pero siempre considera que "no eres tuyo" (1 Corintios 6:19). Tú eres de El.

Oh Señor, por Tu gracia abre mi visión hacia Ti y Tus infinitos horizontes, y concédeme tus consejos con respecto a Tu obra en este lugar.