La razón de mi esperanza de Billy GrahamMuestra

Piezas rotas

He predicado el evangelio por más de setenta años y siempre he hablado claramente de que la salvación viene sólo a través de Cristo. No puedo salvar a nadie, pero he tratado de decir a todos los que quieren escuchar que Jesús murió una vez por los pecados de la humanidad y que la salvación es una transacción única entre un individuo y el Señor Jesucristo. . . .

Algunos dicen que si se les diera una señal milagrosa de Dios, creerían. Pero lo más milagroso de la obra de Dios es transformar el corazón del pecador en un alma comprada con sangre que lo ame enteramente. Dios conoce el corazón de cada persona y anhela poner su sangre redentora al alma de esa persona, lavar la oscuridad del pecado y el miedo al juicio eterno. Pero él o ella debe venir a Jesucristo quebrantado, cambiando el pecado por la salvación.

Hablamos del sacrificio que Jesús hizo por nosotros, pero rara vez hablamos del sacrificio que Él espera de nosotros. Aunque la salvación es solamente la obra de Jesús en la cruz, nuestra aceptación de la misma depende de nuestra sinceridad. La Biblia dice:

Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado;

al corazón contrito y humillado

no despreciarás tú, oh Dios.

(Salmos 51:17)

Quiero extender la invitación de Cristo a las personas alrededor del mundo diciendo: "Ven tal como eres". Pero cuando vengas, debes dejar tu actitud desafiante y rebeldía, y venir en sumisión, porque en ese momento de arrepentimiento el Salvador de tu alma se convertirá en el Maestro de tu vida.