Felices Por SiempreMuestra

Cuando el matrimonio está en problemas: ¿Qué pasa si no puedo olvidar el pasado? Comunicarse, escuchar, ser compasivos y establecer lazos emocionales son cosas en las que tienen que trabajar los hombres en general. Lo de no guardar rencor es para las damas. Puede ser maravilloso tener una memoria de elefante cuando se trata de recordar los aniversarios y los nombres de parientes lejanos; pero puede ser una prisión de ira cuando los pensamientos están dominados por viejas heridas. Algún retrasado mental inventó hace mucho tiempo el cliché perdonar y olvidar. Eso es imposible. Nadie puede eliminar los recuerdos dolorosos de la mente, como si presionara la tecla de borrar. La clave para seguir adelante es aprender a perdonar mientras se recuerda. San Pablo tiene un espléndido consejo para los que guardan rencores: "[El amor] no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor" (1 Corintios 13:5). En otras palabras, en realidad usted puede recordar los antiguos pecados de su cónyuge, pero puede optar por no seguir culpándolo. Es como cuando un juez decide que se aplica el vencimiento de términos. La decisión de no conservar ningún registro de errores es una conducta aprendida. Usted lo puede hacer.