Día 3: Para ablandar los corazones

Así que les digo esto e insisto en el Señor: no vivan más con pensamientos frívolos como los paganos. A causa de la ignorancia que los domina y por la dureza de sus corazones, estos tienen oscurecido el entendimiento y están alejados de la vida que proviene de Dios. Han perdido toda vergüenza, se han entregado a la inmoralidad y no se sacian de cometer toda clase de actos indecentes.

Efesios 4:17-19

La triste realidad es que podemos endurecer nuestro corazón contra Dios. En este pasaje, Pablo contrasta cómo los seguidores de Jesús permanecen sensibles a Dios, mientras que los incrédulos pueden endurecer sus corazones contra Dios entregándose al pecado.

Aquí “gentiles” se refiere a personas que están separadas de Cristo y no específicamente a una etnia. Esto es tanto una advertencia para quienes siguen a Jesús como una oportunidad para orar por quienes no lo hacen. Pablo dice en este pasaje que ya no caminemos por este camino. Eso significa que todavía es posible que caminemos por un camino que comienza con pensamientos inútiles y nos lleva a entregarnos al pecado.

Esta es también una oportunidad para orar por los incrédulos. Oremos por aquellos que conocemos que están aparte de la familia de Dios para que:

• Jesús les resultará claro en su forma de pensar.
• Reconocerán su separación de Dios y querrán unirse a su familia.
• Sus corazones se ablandarán.
• Todas las personas vendrán a Jesús como Salvador y Señor.