Día 2: Para que la mente esté clara

El dios de este mundo ha cegado la mente de estos incrédulos, para que no vean la luz del glorioso evangelio de Cristo, el cual es la imagen de Dios.

2 Corintios 4:4

Si bien reconocemos que hay varias razones por las que alguien puede no llegar a la fe en Cristo, hoy vamos a pedir que las mentes tengan una comprensión clara de Jesús. En 2 Corintios 4:1-6 Pablo contrasta dos maneras de abordar la vida.

Reconoce la importancia de que los creyentes lleven una vida abierta. Se renuncia a las cosas vergonzosas, se enseña la Palabra de Dios con respeto y honor y se hace todo lo posible por vivir sin nada que ocultar.

Pero Pablo señala que incluso cuando los cristianos viven irreprensiblemente, los que están separados de Cristo pueden no creer porque están cegados por el “dios de este siglo”. Por eso debemos reconocer que a veces los incrédulos no creen porque no pueden ver con claridad. Sus mentes están nubladas.

Se nos recuerda que hay un enemigo de nuestras almas y él busca impedir que las personas entiendan claramente quién es Jesús y lo que ha hecho por nosotros.

Entonces, al considerar a aquellos en nuestra vida y en todo el mundo que están sin Cristo, podemos orar para que no se dejen cegar por ningún motivo y busquen la verdad. Podemos orar para que Jesús sea tan inequívocamente claro para ellos que no permitan que nada les impida someterse a él como Señor y Salvador.