Rendir cuentasEjemplo

Principios para una rendición de cuentas efectiva – parte IV

Para que la rendición de cuentas sea efectiva necesita cumplir con algunos principios.

• La rendición de cuentas efectiva no significa fiscalización

La rendición de cuentas efectiva requiere la disposición voluntaria y responsable a rendir cuentas periódicamente. La rendición de cuentas nunca debe ser impuesta, pues pierde su poder, al robarle a la persona la responsabilidad.No implica control y presión externa. Debe proceder de la disposición voluntaria y responsable.

¿Buscas voluntariamente rendir cuentas?

• La rendición de cuentas efectiva es específica y periódica

La rendición de cuentas efectiva es específica más que genérica. Por otra parte, resulta más enfocada y efectiva cuando la persona tiene un plan claro de rendimiento de cuentas. Es importante acordar específicamente sobre qué se va a rendir cuentas y cuándo se hará. Se requiere de una estructura para que operativamente funcione.

¿Tienes un objetivo claro y concreto al rendir cuentas (fidelidad conyugal, integridad en las finanzas, fidelidad en la oración, etc.)?

• La rendición de cuentas efectiva está regida por el amor como principio rector

Pero estoy seguro de vosotros, hermanos míos, de que vosotros mismos estáis llenos de bondad (caridad y amor), llenos de todo conocimiento, de tal manera que podéis amonestaros (exhortar y apremiar a al­guien a que adopte un curso de acción) los unos a los otros (Romanos 15:14).

El amor es la base de las relaciones entre los miembros del cuerpo de Cristo. El amor es el principio que se debe activar cuando corregimos, exhortamos, amonestamos, aconsejamos en el contexto de la rendición de cuentas.

Si amamos no juzgaremos, sino consideraremos; acompañaremos también sin prejuicios, ni resentimientos.

¿Es el amor lo que te mueve al rendir o facilitar la rendición de cuentas?

¿Cuándo facilitas la rendición de cuentas en otros, el amor es el tono que priva en tus conversaciones?

• La palabra de Dios es el parámetro idóneo para tener como regla en la rendición de cuentas

Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra (2 Timoteo 3:16-17).

Al rendir cuentas o facilitar la rendición de cuentas en otros, el estándar contra el cual comparamos y usamos como guía es la palabra de Dios. Amonestar y aconsejar (dar y/o recibir) basado en la filosofía personal y el propio razonamiento, nos puede colocar en un riesgo mayor como si no se buscara consejería de nadie.

La palabra de Dios es la regla de fe y conducta contra la cual comparar al exhortar, amonestar, reprender, aconsejar, orientar, corregir.

Pablo les escribió a los colosenses (3:16) que“La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, en­señándoos y exhortándoos (amonestán­doos) unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales". De modo que (1) la palabra tiene que morar en abundancia en nosotros, y (2) entonces podemos enseñar y amonestar el uno al otro en toda sabiduría.

¿Usas la palabra de Dios como el estándar contra el cual comparas los comportamientos al rendir o dar rendición de cuentas?

• La rendición de cuentas efectiva ocurre de la mano de una persona madura espiritualmente

Una persona que me corrija y amoneste basado en el conocimiento de la palabra de Dios, y en amor. Una persona que esté dispuesta a tomar el riesgo de confrontarme y corregirme.

¿A quién escoges para rendir cuentas?

¿Le das completa libertad a quien le rindes cuentas para entrar a cualquier área de tu vida y amonestarte y corregirte?