El tiempo de Dios es perfectoEjemplo

Es insensato hacer planes a futuro ignorando a Dios

¡Vamos ahora! los que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá un año, y traficaremos, y ganaremos; cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece. En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello. Pero ahora os jactáis en vuestras soberbias. Toda jactancia semejante es mala (Santiago 4:13-16).

No hagas planes sin someterte a la voluntad de Dios

Santiago 4:13-16 nos advierte sobre los peligros de planificar la vida sin considerar los planes y la voluntad de Dios. Indica que existen dos formas de planificar: (1) de forma incorrecta, centrándose solo en los deseos y expectativas humanos, lo cual refleja soberbia y necedad; y (2) de forma correcta, sometiendo todos los planes a la voluntad divina.

Planificar y accionar sin considerar a Dios

Estos hombres, a los que hace alusión Santiago, hicieron grandes planes; pero en el transcurso de los mismos pasaron por alto por completo a Dios; Dios no formaba parte de su agenda.

• “Hoy y mañana”: estas personas eligieron su propio tiempo.
• “Iremos a tal ciudad”: escogieron su propio lugar para hacer negocios.
• “y estaremos allá un año”: escogieron su propia duración y “decidieron” pasar allá un año.
• “y traficaremos”: escogieron su propia actividad. “Traficar” literalmente significa “viajar a una región para comerciar”
• “y ganaremos”: por último, escogieron su propia meta u objetivo: ganar dinero.

Estos hombres planificaron como si fueran omniscientes, omnipotentes e invulnerables. Santiago no está cuestionando su intención de comerciar y obtener ganancias, sino la exclusión de Dios de sus planes. Santiago no nos desanima de planear ni de hacer, solo de planear y de hacer apartados y ajenos a la voluntad de Dios.

La vida es demasiado fugaz

Santiago nos llama a considerar lo frágil que es la vida humana. Santiago 4:14 nos dice que la vida es como neblina que aparece por un tiempo, y luego se desvanece. Dice el Salmo 90:10 que los más robustos llegan a vivir tan solo 80 años. En ese sentido, Santiago nos invita a reflexionar sobre la fugacidad de vida (Job 8:9; Salmo 39:5-6), y sobre el poco conocimiento y control que tenemos del futuro y de lo que puede acontecer. Eso nos debería mantener humildes y alineados con Dios.

Una precaución en contra de la actitud de independencia de Dios

Cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece (Santiago 4:14). Esa la amonestación de Santiago. Es imposible asegurar lo que va a pasar en el futuro. Es, por lo tanto, insensato proceder de esa forma, ignorando al único que sabe y tiene control del tiempo y la vida, quien es Dios. El rey Salomón también nos amonesta al respecto. No te jactes del día de mañana; porque no sabes qué dará de sí el día (Proverbios 27:1). Esa jactancia orgullosa y malvada es la esencia del pecado: una independencia y egocentrismo orgullosos, que es la raíz de todos los pecados, como lo fue con el caso de Lucifer (Isaías 14:12-15) y Adán (Génesis 3:5-7).

Nuestra actitud debería ser más bien: "En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello” (Santiago 4:15), lo cual demuestra un reconocimiento de la soberanía de Dios.

Los problemas más grandes pasan fuera de la voluntad de Dios.