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¡Ven Y Come!Ejemplo

¡Ven Y Come!

DÍA 1 DE 3

Algo que me cautiva sobremanera de la gracia es el concepto de generosidad que encierra en sí misma. Frases como: “Se ha dado por completo”, “Riquezas de Su gracia”, “Sobreabundante gracia” y “De su abundancia, todos hemos recibido una bendición inmerecida tras otra” lo ilustran claramente. Al observar a Jesús interactuar con las personas en el marco de su ministerio público, podemos percibir que Él, la gracia encarnada, abre las puertas del reino de su Padre para todo el mundo, sin distinción alguna de raza, credo o nivel social (Jn. 1:17).

Jesús siempre dijo que tenía una mesa preparada donde los hijos de Dios somos alimentados de forma gratuita y generosa. Invitó e invita constantemente a sus seguidores, su pueblo escogido, con estas palabras: “¡Ven y come!”.

Jesús dijo a sus discípulos: “Así como mi Padre me concedió un reino, yo ahora les concedo el derechocho de comer y beber a mi mesa en mi reino, y se sentarán sobre tronos ” (Lucas 22:29-30).

Lo increíble es darnos cuenta de que esa mesa está disponible también para nosotros hoy, y por fe, podemos estar sentados allí en este mismo instante. El apóstol Pablo, por revelación, lo confirma con estas palabras: “Y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús” (Efesios 2:6).

Al observar el Antiguo Pacto, vemos que Moisés, Aarón, Nadab, Abiú y los ancianos de Israel tambien fueron invitados a la mesa de comunión con el Creador del Universo en el Monte Sinaí: “Allí vieron al Dios de Israel. Debajo de sus pies parecía haber una superficie de lapislázuli, de color azul brillante, tan claro como el mismo cielo. Aunque estos nobles de Israel pudieron contemplar a Dios, Él no los destruyó. De hecho, compartieron una comida para celebrar el pacto, en la cual comieron y bebieron en su presencia” (Éxodo 24:10-11).

¡Guau! ¡Qué imagen tan maravillosa! Setenta y cuatro hombres de Dios, sentados con Él, ¡comiendo y bebiendo! ¡Qué mesa tan sobrenatural! ¿Puedes imaginar la generosidad de Dios hacia sus líderes en ese momento?

Estoy tentado a pensar que de este momento tan extraordinario surgió la idea de “La mesa del Rey” o “Mesa Real”. Siempre fue un honor que se asignara un asiento en esa mesa a alguien. Sabemos que David le asignó un lugar en su mesa a Mefiboset, hijo de su amigo de Jonatán: “Y le dijo David: No tengas temor, porque yo a la verdad haré contigo misericordia por amor de Jonatán, tu padre. Te devolveré todas las tierras de Saúl, tu padre, y tú comerás siempre a mi mesa” (2 Samuel 9:7). Esto nos permite entender que ser invitado a la mesa del rey era un acto de gracia, bondad, misericordia y, por supuesto, reconocimiento.

La reina de Sabá, por ejemplo, quedó maravillada ante el glorioso banquete que se ofrecía a los asignados a la mesa real de Salomón. Las Escrituras relatan que en esa mesa no solo se disfrutaban banquetes espléndidos, sino que también se compartía la sabiduría de Salomón (2 Crónicas 9:4, 7).

En este punto querido lector, podemos darnos cuenta que en la mesa de Rey, la sabiduría del rey se compartía en una intimidad gloriosa con todos sus invitados. Por tanto, era una mesa de comunión, abundancia, generosidad, paz y protección.

El rey David, al comprender lo que significaba estar sentado a la mesa del Gran Rey, dijo:
“Me preparas un banquete en presencia de mis enemigos. Me honras ungiendo mi cabeza con aceite; mi copa se desborda de bendiciones. Ciertamente tu bondad y tu amor inagotable me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa del Señor viviré por siempre” (Salmo 23:5-6).

¡Medita en esto!

Día 2

Acerca de este Plan

¡Ven Y Come!

Algo que me cautiva sobremanera de la gracia es el concepto de generosidad que encierra en sí misma. Frases como: “Se ha dado por completo”, “riquezas de Su gracia”, “Sobreabundante gracia” y “De su abundancia, todos hemos recibido una bendición inmerecida tras otra". Jesús siempre dijo que tenía una mesa preparada donde los hijos de Dios son alimentados de forma gratuita y generosa. Invitó e invita constantemente a sus seguidores, su pueblo escogido, con estas palabras: “¡Ven y come!”.

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Nos gustaría agradecer a Conociendo a Dios por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: myjourney.es.jesus.net