Fuerza como la del búfaloMuestra

PROTEGIENDO EL TERRENO

George Müller, conocido por dirigir orfanatos en Inglaterra en el siglo XIX, fue un hombre que entendió la importancia de cuidar lo que Dios le había confiado. Aunque dirigía múltiples orfanatos y dependía completamente de las donaciones para alimentar a cientos de niños, siempre actuó con diligencia y confianza en Dios. Una vez, cuando no tenían comida para el desayuno, reunió a los niños a la mesa y oraron, agradeciendo por lo que Dios proveería. En ese momento, un panadero local llegó con pan suficiente para todos, y poco después, un lechero donó leche. Müller siempre cuidó del ministerio con fe, sabiendo que era su responsabilidad administrar bien lo que Dios le había dado.

El trabajo del búfalo no daña la tierra; su fortaleza se usa de manera que preserva el terreno para futuros cultivos. Esto nos enseña que nuestro llamado no es solo a trabajar duro, sino a hacerlo de manera que protejamos y cuidemos lo que Dios nos ha confiado. Esto incluye nuestras relaciones, nuestro ministerio, nuestro cuerpo y nuestro entorno. A veces, en nuestro esfuerzo por avanzar, podemos causar daño si no actuamos con sabiduría. Pidámosle a Dios que nos enseñe a ser buenos administradores.

Reto del día: Haz una revisión de las cosas que Dios te ha confiado: tu familia, tu ministerio, tus recursos o tu tiempo. Elige una área que sientas que debes cuidar mejor. Toma una acción concreta hoy: llama a un ser querido, organiza tu agenda o revisa tus finanzas, y agradece a Dios por lo que te ha dado.

Oración: “Señor, ayúdame a cuidar lo que me has confiado. Dame sabiduría para trabajar con dedicación y, a la vez, con amor y respeto por lo que me has dado”.