Criando Una Generación Que Conozca a DiosEjemplo

La Palabra de Dios

Tener una conversación conlleva dos canales, uno que habla y otro que escucha, pero se cambian los papeles constantemente: el que escuchaba ahora habla y el que hablaba le corresponde escuchar.

Cuando oramos somos los que hablamos, y algunas veces Dios nos habla o nos hace entender algo de una o de otra forma en ese tiempo de oración.

Sin embargo, no podemos olvidar que otra de las formas en que Dios nos habla es a través de su Palabra, la Biblia. En ella encontramos sus mandamientos, conocemos acerca del carácter de Dios, lo que piensa en muchos aspectos, sus reacciones ante ciertas actitudes y pecados. Vaya es un libro rico en sabiduría y no lo podemos descuidar.

¿Qué tiene que ver la lectura de la Palabra con la crianza de niños?

Pues mucho, aunque en este libro nos enfocaremos en la parte de presentarles a nuestros hijos a Dios puedo decirte que en la Biblia encontrarás enseñanzas de como educar a tus hijos. Te reto que cada vez que encuentres alguna enseñanza que se relacione con la familia que lo escribas en un cuaderno especial y por supuesto que lo lleves a la práctica.

Igual que con la oración es importante que les enseñemos la Palabra de Dios a nuestros hijos.

Cuando estaba preparando un estudio me di a la tarea de buscar unas estadísticas, que más que asustarte quisiera que te animen a hacer este trabajo con tus hijos.

Según una investigación de la compañía “Lifeway” el 70% de los jóvenes, hijos de padres cristianos en Estados Unidos, dejan de asistir a la iglesia. ¡Vaya! A mí se me hizo un número grandísimo, asistir a un iglesia es una parte importantísima en la vida de un cristiano.

Pero esa no es la única estadística tenebrosa. Barna Group sacó su propio estudio en el que nos dice que 1 de cada 9 jóvenes, hijos de padres cristianos en Estados Unidos, o el 11% no solo dejan de asistir a la iglesia, sino que pierden la fe por completo. Quizá me puedas decir que ese número es muy pequeño, pero yo te voy a decir que ese número es enorme, porque no debiera ser que ninguno de nuestros hijos se perdiera, que dejara de creer en Dios, ¡ni uno!

Lo que me llamó la atención de este estudio es que daba algunas razones por las que estos jóvenes podrían dejar de creer o perdían la fe, había varias pero la que más me llamó la atención, y es en lo que nos estamos enfocando en este capítulo, es que estos jóvenes eran analfabetas bíblicos. ¡Analfabetas bíblicos! Es decir, no conocen la Biblia. Eso es como una venda que se quita de los ojos.

Recuerda que Romanos 10:17 nos dice: Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios. RVR1960

Quizá me puedes decir que tú llevas a tus hijos a la iglesia y ahí escuchan la Palabra. Para ti tengo dos respuestas:

1. ¡Qué bueno que llevas a tus hijos a la iglesia! Nunca lo dejes de hacer, eso es muy bueno. Pero…
2. Eso no es suficiente.

¿Cuántas veces llevas a tus hijos a la iglesia? ¿1 o 2 veces? ¿Cuántos días van a la escuela? Obviamente la escuela no es mala, pero nos pone en perspectiva de qué tanta importancia solemos darle a la Palabra de Dios.

Tenemos que enseñarles nosotros la Biblia a nuestros, todos los días tener un estudio con ellos.

Quizá alguno de ustedes esté meneando la cabeza pensando que no son maestros y que no pueden hacerlo. Yo te voy a decir algo, sí que lo puedes hacer. En la vida de tu hijo tú has sido su maestro principal, le enseñaste a hablar, a caminar, a comer, a bañarse, a vestirse. Uff y si le sigo no acabamos nunca. ¡Sí puedes!

¿Y si yo no me sé la Biblia completa? No necesitas saberlo todo, necesitas un corazón dispuesto a aprender. Aprendan juntos.

Espero haberte convencido de enseñarle la Biblia a tus hijos, su salvación podría estar en juego.