Armadura De DiosEjemplo

EL CINTURÓN DE LA VERDAD

Todos en algún momento hemos puesto a prueba la VERDAD. Es que la verdad es lo que fundamente quiénes somos, incluso lo que creemos. A medida que vamos creciendo, hay una etapa en la niñez donde hacemos muchas preguntas, y las contestaciones a nuestras preguntas van formando lazos de comprensión y entendimiento en nuestras mentes. Son esas contestaciones las que nos van formando y a medida que seguimos creciendo, confirmamos la verdad, modificamos la información para que entonces sea acorde con la verdad, o comprendemos que hemos creído por mucho tiempo una mentira, y aceptamos la verdad. Aceptar la verdad luego de un periodo largo de creer lo contrario o diferente es un poco doloroso, incluso peligroso, pero algo he aprendido, no es la verdad que debes aceptar, sino tu actitud ante la verdad.

En el libro de Efesios se nos presenta la primera parte de la armadura del cristiano, y curiosamente, es el cinturón de la verdad. ¿Para qué sirve un cinturón? Sirve para ajustar, principalmente, piezas de ropa que cubren nuestra parte inferior del cuerpo. Sin un cinturón, lo que sea que necesitemos sujetar, estará suelto, y puede revelar áreas de nuestro cuerpo que quizás sean las más vulnerables. Creo que Dios fue inteligente al presentar la verdad como un cinturón, una verdad bien sustentada no nos dejará en vergüenza, al igual que un cinturón bien ajustado, no revelará nuestra vulnerabilidad.

El otro día hablaba con mi hermana acerca de una preocupación que agobiaba su mente y vida espiritual, me compartió que le parecía preocupante que ella podía responder a preguntas que le hicieran de la biblia, pero se le complicaba cuando debía sustentar su argumento. La comprendí de inmediato, pues es difícil servir de una jarra vacía. Entonces le pregunté ‘’¿Hermana, lees tu biblia?’’ me contestó que sí. Luego le pregunté, ‘’¿Te has sentado a aprender y memorizar las verdades de la biblia?’’, me dijo que no. Entonces le dije… ‘’Tienes tu cinturón, sólo te falta apretarlo’’.

Es que la verdad está en nuestras manos, tenemos acceso a ella de diferentes maneras y conocer las verdades divinas de Dios en este tiempo es más fácil que buscar una receta por internet. Nuestro deber como cristianos, preocupados por entrenar y practicar con nuestra armadura, es ponerle atención a la verdad que existe en creer en Dios, en Sus palabras inspiradas y detalladas en la Biblia y en el poder transformador que tiene esa verdad.

Estudia las verdades que Dios revela sobre Él y para ti en su palabra, en las conversaciones intencionales que tengas con tus amigos, en la comunidad de iglesia en la que participas y en tu comunión diaria con Dios. Ya tienes el cinturón, te falta apretarlo.