¡Adquiriendo Sabiduría! – en Las Manos De DiosEjemplo

La confianza y obediencia van de la mano

Una de las muestras de inteligencia más grande que podemos tener, es confiar en alguien más inteligente que nosotros. Y así empieza este capítulo de Proverbios, hablando acerca de guardar los mandamientos del Señor, confiar en Él de todo corazón y no apoyarnos en nuestra propia prudencia y opinión. Entre líneas, todos estos consejos enfatizan mucho la idea de tener un corazón humilde que se deje enseñar y guiar.

Este capítulo empieza con la frase: “no te olvides de mi ley”. En el idioma original hebreo, la palabra que se usa para “olvides” es shakach que se puede traducir de la siguiente forma: olvidado, olvidaron, no darse cuenta de, por falta de memoria, atención. Escuchamos tantos consejos durante nuestra vida, que corremos el riesgo de dejarle de prestar atención al consejo de Dios, que está en las Escrituras. No las menospreciemos, olvidemos o quitemos la atención, porque en ellas se encuentra la sabiduría que necesitamos para vivir cada día.

¿A quién acudimos de primero, cuando estamos atravesando un problema? Puede ser que no acudamos a nadie y nos guiemos con nuestro propio criterio, quizás acudimos a un familiar o amigo cercano. Este capítulo de Proverbios nos exhorta a que confiemos en Dios y acudamos a Su palabra. Esta es la fuente de sabiduría más grande que podamos tener en esta tierra.

Si confiamos plenamente en Dios, vamos a aceptar de buena manera la corrección que venga de Su parte. No reneguemos cuando Él redireccione nuestros pasos, gran parte de nuestra confianza en Él se manifestará en seguir Su consejo, y no nuestra propia opinión.