¡Adquiriendo Sabiduría! – en Las Manos De DiosEjemplo

Aprende diligencia y rechaza la pereza

La sabiduría no solo es para las grandes decisiones, sino para las más pequeñas también. Este capítulo empieza hablando de esto y nos da un consejo económico muy práctico respecto a ser fiador de alguien. Y nos da una perspectiva más amplia del peso de nuestras palabras, como somos aprisionados por ellas.

Además de ese consejo, los siguientes versículos explican acerca de los frutos que trae la pereza y los resultados que provoca la diligencia. Cuántas veces no hemos dicho: “lo hago mañana o el otro año” y pareciera una frase o pensamiento inofensivo. Pero este Proverbio nos advierte que esta procrastinación influida por la pereza nos puede llevar a la necesidad y la pobreza.

Por el contrario, nos pone el ejemplo de la hormiga, que nadie está dándole instrucciones y ellas son capaces de hacer lo que es necesario. No trabajan porque alguien se los dice, lo hacen porque quieren estar preparadas para el invierno. Si una hormiga muestra esa sabiduría, cuánto más no se puede esperar de nosotros que somos hijos de Dios.

La adversidad jamás nos debería encontrar con los brazos cruzados, todo lo contrario, debería encontrarnos con las manos ocupadas. Si a la adversidad, le sumamos insensatez, vamos a tener como resultado una ruina. Pero si a la adversidad le sumamos sabiduría vamos a poder sobrellevarla de una buena manera.

Este Proverbio nos muestra un tesoro maravilloso acerca del corazón del Señor y habla de aquello que el aborrece y abomina. Menciona lo siguiente: ojos altivos, lengua mentirosa, manos que derraman sangre inocente, corazón que maquina pensamientos inicuos, pies presurosos para correr al mal, testigos falsos y el que siembra discordia entre hermanos. Cada una de estas acciones debería ser un filtro de vida y una brújula moral, que nos ayude a conducirnos en nuestro diario vivir. Sabiendo que si nos alejamos de estas acciones estamos agradando a Dios.