Este Es El Camino: Un Viaje De 30 Días a Través Del Libro De Los HechosMuestra
¡Levántate, vístete y ponte en marcha!
por Joe Jones
De repente, una luz intensa iluminó la celda y un ángel del Señor se puso frente a Pedro. El ángel lo golpeó en el costado para despertarlo y le dijo: "¡Rápido! ¡Levántate!" Y las cadenas cayeron de sus muñecas. Después, el ángel le dijo: "Vístete y ponte tus sandalias". Pedro lo hizo, y el ángel le ordenó: "Ahora ponte tu abrigo y sígueme" -- Hechos 12:7–8.
¿Alguna vez has experimentado algo tan increíble que pensaste que era un sueño? ¿U oraste con tanto fervor por algo, pero luego te sorprendiste cuando hubo respuesta? Si es así, puede relacionarse con este capítulo de Hechos.
Pedro fue encarcelado, señalado para ser ejecutado y fuertemente custodiado. Para un observador, parecería que Pedro se encontraba en una situación desesperada, profundamente aislado y sin ayuda. Es posible que alguno de ustedes se sienta de esta manera en este momento, muy lejos del camino y perdido en la oscuridad, preguntándote si a alguien le importa o si Dios incluso te ve en tu situación. Pero Pedro no estaba solo y Dios no se había olvidado de él. Había gente que oraba por él. . . ¡y es lo mismo para ti!
Me encanta esta historia del encuentro de Pedro con el ángel porque nos ofrece esperanza cuando nos sentimos desesperados. Pero al igual que Pedro, hay algunas cosas que tenemos que hacer. Por lo general, Pedro era el que tomaba cargo o el que hablaba. Era audaz, franco y un poco descarado. Pero cuando se encontró en una situación en la que no podía hacer nada, fue el mandato del ángel en esta historia lo que dirigió su curso: ¡levántate, vístete y ponte en marcha!
Hay que levantarse
El primer paso para salir es el primer paso al frente. Hay que tomar acción y levantarse porque ahí es cuando se desprenden las cadenas. Puede que no estemos avanzando, pero ya no estamos en esclavitud. Levantarse requiere fe, ya que confiamos en Dios para el resultado. Cuando el ángel le habló a Pedro y le dijo: "¡Levántate!" Pedro se levantó con fe, y las cadenas cayeron. Nuestro trabajo es simplemente levantarnos y tener fe, dejando que Dios se encargue del resto.
Hay que vestirse
El ángel le dijo a Pedro que se vistiera y se pusiera las sandalias. Pedro ahora está sin grilletes, de pie por sí mismo, vestido y listo para salir de la prisión. El proceso de libertad está en marcha. Al igual que Pedro, no es posible funcionar normalmente en la sociedad usando ropa de prisión. No es posible correr la carrera sin zapatos, nuestros pies deben estar preparados con el evangelio (lee Efesios 6:15). En la cárcel, Pedro estaba vestido para el lugar donde se encontraba, pero necesitaba portar la ropa para el lugar al que iba. De la misma manera, necesitamos comenzar a vestirnos [espiritualmente] para donde Dios quiere que vayamos.
Hay que ponerse en marcha
Una vez que te levantas y te vistas, completas la preparación y estás listo para comenzar. Tus sentidos se activan y te sincronizas con lo que Dios está haciendo en tu vida. Pedro se dio cuenta de que no estaba soñando; Dios estaba orquestando su rescate divino. Los sentidos de Pedro se activaron y reconoció que Dios estaba controlando sus pasos. Siguió al ángel fuera de las tinieblas, y las puertas de la prisión se abrieron solas. ¡Era libre!
¿Alguna vez te has preguntado, ¿Por qué a mí, Dios? ¿Por qué viniste a encontrarme a ese lugar oscuro y me liberaste? Lo hizo porque te ama y se preocupa por ti y por lo que estás pasando. ¡Y ha habido gente fiel orando fervientemente por ti!
La iglesia había estado orando fervientemente para que Pedro saliera de la prisión, pero cuando apareció y la sirvienta lo vio, los demás pensaron que estaba loca y que vio a su ángel (lee Hechos 12:12–17). ¡No entendían que Dios había orquestado un milagro!
¿Cuántas veces hemos estado en medio de un milagro y ni siquiera nos hemos dado cuenta? Imagínate ser Pedro, fuiste libre y estás parado en la puerta de una reunión de oración donde oran por tu liberación, ¡y ninguno cree siquiera que estás allí! Habían estado orando para que fuera libre, ¡y allí estaba! El que haya incredulidad no impide que sea real. Lo que tú creas no lo hace real, creer te hace poner en marcha. Lo que crees activa los planes y propósitos de Dios en tu vida. ¡Así que levántate, vístete y ponte en marcha!
Si te encuentras en un lugar oscuro hoy, sintiéndote invisible para Dios, haz lo que Pedro hizo: espera en el Señor, y cuando Él venga, sé obediente y síguelo. Puede que te sientas sin esperanza, pero debes saber esto: Jamás demasiado perdido para no lograr llegar a casa, ni demasiado lejos para ser restaurado y sanado, ni tantos errores que no ser salvado. Tampoco estás tan alejado ni encadenado para ser libre. Es posible que te hayas aislado de tus amigos o te sientas alejado de las personas, ¡pero nunca estás fuera del alcance de Cristo! Nadie podía llegar a Pedro más que Dios. . . y dondequiera que estés, ¡Él también puede llegar a ti!
Oración
Padre Celestial, me he desviado de tu camino y alejado de ti demasiadas veces. Pero ahora sé que nunca me has perdido de vista ni olvidado. Siempre estás cuidándome y orquestando mis pasos de regreso a tu camino. Gracias por mi iglesia, familia y amigos y por Jesús mismo que continúan orando fervientemente para que ya no esté cautivo por las circunstancias o impedido de acercarme a Ti. Muéstrame la salida cuando me sienta atrapado en lugares oscuros e incapaz de moverme. Hazme libre de la gente y las cosas que me mantienen alejado de tus propósitos para mi vida. Ayúdame a levantarme, vestirme y ponerme en marcha en la dirección de tus planes para mí. En el nombre de Jesús, amén.
Activación
- ¿Hay un área de tu vida en la que te sientes atrapado y desconectado de Dios? Pídele al Espíritu Santo que te muestre dónde está obrando, y confía en que cuando te muevas con fe, Dios romperá las cadenas.
- Rodéate de amigos y familiares que sepan cómo orar contigo y por ti. Diles cuando tengas una petición específica o si pasas por una situación difícil.
- Reflexiona sobre a dónde te está llevando a continuación Dios y espiritualmente "vístete" para ello. Dedica tiempo a leer las Escrituras, orar y escribir en un diario sobre el futuro que Dios tiene para ti. Comienza a hablar y actuar de acuerdo con la persona en la que te estás convirtiendo en Cristo.
Para profundizar
Hechos 12; Deuteronomio 10:11; Salmos 91:11–15; Hechos 17:28; Proverbios 16:9
Espíritu Santo, ¿qué me dices hoy?
Acerca de este Plan
Este poderoso devocional da vida al libro de los Hechos para los creyentes de hoy. Descubrirás cómo a través del poder del Espíritu Santo, los primeros cristianos revolucionaron su mundo y cómo tú puedes hacer lo mismo. Escrito por 30 voces diferentes que comparten revelación fresca e historias personales, te inspirará y te empoderará para impactar tu mundo, a caminar con valentía, sabiduría y autoridad sobrenatural.
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Nos gustaría agradecer a Gateway Church por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: gatewaypeople.com