Este Es El Camino: Un Viaje De 30 Días a Través Del Libro De Los HechosMuestra
Une la tribu
por Casey Hale
Cuando [Bernabé] encontró [a Saulo], lo llevó de regreso a Antioquía. Los dos se quedaron allí con la iglesia durante todo un año, enseñando a grandes multitudes. (Fue en Antioquía donde, por primera vez, a los creyentes los llamaron “cristianos”) -- Hechos 11:26.
Al comienzo de cada año escolar, la clase de mi hijo tiene una unidad llamada "Une la tribu". Este es un momento intencional en el que los estudiantes, nuevos y antiguos, se están familiarizando con la escuela y sus ritmos. Llegan a conocer al maestro, y el maestro llega a conocerlos a ellos. Aprenden nuevos límites y los pormenores de las expectativas del aula.
Quizás lo más importante es que se conocen. Tienen juegos divertidos para aprender más el uno del otro y comenzar a sentar las bases de amistades que durarán todo el año. Aprenden la cultura de su aula y descubren cómo ser buenos líderes y buenos amigos.
Me gusta imaginar que la época del capítulo 11 en Hechos fue un poco como "unir la tribu" para la primera iglesia cristiana. Para ese entonces, por supuesto que los doce discípulos y otros seguidores de Jesús se conocían desde hacía muchos años: eran su propia "tribu". Pero aquí vemos las etapas iniciales de la Iglesia con "I mayúscula". Los nuevos líderes están dando un paso al frente para evangelizar, discipular y construir comunidad intencionalmente.
Mi imaginación hiperactiva puede visualizar una serie dramática inspiradora y prometedora en la televisión llamada "Hechos 11: Uniendo la tribu":
Escena de apertura: Las luces son bajas y la tensión es densa. Pedro acalla la habitación para tranquilizar a los creyentes de Judea de que Dios también los llamó a predicar a los gentiles.
Escena retrospectiva: Los cristianos corren por callejones oscuros con todo lo que pueden cargar para escapar de la persecución después del martirio de Esteban.
Avanzando en el tiempo: La gente de Antioquía está siendo bautizada por los hombres de Chipre y Cirene; un brillante rayo de sol resplandece sobre ellos, reflejándose en las suaves olas del río.
Escena siguiente: Se interrumpe la reunión de los líderes de la iglesia de Jerusalén por un hombre (desconocido), que irrumpe por la puerta con noticias de los nuevos cristianos de Antioquía.
Transición a un montaje: Bernabé con una mochila y una vara en la mano busca transporte gratis para animar a los nuevos cristianos.
Otro salto en el tiempo: Una vez más vemos a Bernabé, y Saulo se ha unido a él. Juntos se sientan con los creyentes de Antioquía, partiendo el pan y enseñándoles acerca de Jesús. Más profetas vienen a Jerusalén y desafían a los discípulos a enviar apoyo financiero a la iglesia de Antioquía para un tiempo venidero de hambruna. ¡La gente aplaude! Un bebé se ríe. Cae una sola lágrima de alegría. La pantalla se desvanece a negro.
Si bien esta historia sería una gran historia para la televisión, sus circunstancias no fueron fáciles ni mucho menos. Estos líderes se unieron por obediencia a Jesús y a su comisión de difundir las buenas nuevas de salvación. ¡Y fueron esforzados al respecto! Se enteraron de un avivamiento e inmediatamente enviaron a un líder fuerte para ayudar. Recaudaron fondos y compartieron todo lo que tenían, se apoyaron y se amaron, y enfrentaron la persecución a cada paso, pero se mantuvieron seguros de su llamado. Se aferraron a la fe y descansaron con total confianza en que Dios caminaría con ellos en cada paso del camino.
Es interesante notar que Bernabé dejó el avivamiento para buscar a Saulo y llevarlo de regreso a Antioquía, donde permanecieron un año y enseñaron juntos (Hechos 11:25-26). Los eruditos tienen diferentes opiniones sobre por qué pudo haber sido esto. Algunos sugieren que Bernabé necesitaba ayuda para enseñar a los cristianos de Antioquía y reclutó a Saulo porque era un orador muy talentoso. Algunos piensan que Bernabé incluyó a Saulo porque vio el potencial de liderazgo en él y quería darle oportunidades para crecer. Habían pasado muchos años desde la conversión de Saulo, y él había pasado su tiempo predicando el evangelio, aunque Bernabé tampoco era un novato. Era un líder muy conocido en el movimiento cristiano, conocido cariñosamente como el "hijo de consolación" (Hechos 4:36). Cada hombre podría haber manejado fácilmente su propio ministerio. Y si hubieran permanecido separados, ¿no habrían podido compartir el evangelio con más personas?
Bernabé necesitaba que Saulo fuera parte del ministerio que se estaba llevando a cabo en la iglesia de Antioquía. Tal vez Bernabé sabía que "un amigo [como Saulo] es siempre leal, y un hermano nace para ayudar en tiempo de necesidad" (Proverbios 17:17). Cualquiera que sea la razón por la que Dios envió a Bernabé a traer a Saulo, la Biblia es clara en que Bernabé y Saulo "se reunieron los dos con la iglesia y enseñaron a mucha gente" (Hechos 11:26 NVI).
¡El ministerio sucede en comunidad! Y la amistad es verdaderamente un don del Señor. Ya sea uniendo esfuerzos unos con otros, al dar o recibir una palabra en desafío a mejorar, Dios nos diseñó para necesitar a otras personas en nuestras vidas.
Todos podemos sentirnos alentados por el ejemplo de los primeros líderes de la Iglesia. No fue una persona dirigiendo todo; confiaban el uno en el otro y se ayudaban mutuamente. A través de la guía del Señor, colocaron las piedras fundamentales de la cultura para los seguidores de Jesús y mostraron lo que es ser líderes-siervos y compañeros de batalla. Ellos "unieron la tribu", y ahora estamos empoderados para continuar esa buena obra.
Oración
Señor, gracias por el don de la comunidad y la amistad. No quiero vivir solo. Ayúdame a estar consciente de las áreas de mi vida en las que tiendo a buscar soledad en lugar de otras personas. Ayúdame a ser un buen amigo. Abre mis ojos y oídos para ver las necesidades de mi comunidad para poder ser una bendición para los demás. En el nombre de Jesús, amén.
Activación
- ¿A quién consideras tu "tribu"? Contáctalos esta semana para animarlos. Si no estás seguro de cuál es tu tribu, pídele al Señor que te lo muestre.
- En el pasado ¿ha sido una bendición para ti convivir con otros? Toma tiempo para agradecer a Dios por esas personas.
- Piensa acerca de con quién Dios podría estar llamándote a colaborar o ser su mentor. ¿Hay alguien como Saulo que pueda beneficiarse de tu guía? ¿O necesitas buscar a alguien que te pueda desafiar y ayudarte a crecer espiritualmente?
- En tu iglesia o comunidad local, encuentra un lugar para servir junto a otras personas. Esto ayuda a construir relaciones, fortaleciendo “la tribu".
Para profundizar
Hechos 11; Hechos 2:44–47; 1 Corintios 12:25–27; Hebreos 10:24–25
Espíritu Santo, ¿qué me dices hoy?
Acerca de este Plan
Este poderoso devocional da vida al libro de los Hechos para los creyentes de hoy. Descubrirás cómo a través del poder del Espíritu Santo, los primeros cristianos revolucionaron su mundo y cómo tú puedes hacer lo mismo. Escrito por 30 voces diferentes que comparten revelación fresca e historias personales, te inspirará y te empoderará para impactar tu mundo, a caminar con valentía, sabiduría y autoridad sobrenatural.
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Nos gustaría agradecer a Gateway Church por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: gatewaypeople.com