La incertidumbre de un nuevo año

Siempre que termina un año y empieza uno nuevo, no solo nos invade la alegría de haber podido llegar hasta aquí, también nos llenamos de incertidumbre al pensar en lo que puede traer este año que comienza, quisiéramos saber que nos espera en nuestras relaciones con los seres que amamos, en nuestro empleo o proyecto, en nuestra vida espiritual, nuestra salud, en fin; somos un mar de preguntas que no serán respondidas hasta que llegue el momento indicado.

Dios quiere que sepas que, sin importar lo que se aproxime a tu vida, hay algo que nunca cambiará, y es que sus misericordias se renuevan con cada inicio de un nuevo día que puedes ver, cada mañana que despiertas es solo el inicio de una demostración de amor y misericordia que a veces pasas por alto.

Este tiempo es perfecto para ir delante de Dios y buscar su rostro con la determinación de mantenerte firme no solo en el primer trimestre del año, sino, cuando las cosas puedan ponerse difíciles, sabiendo que no estás ni estarás desamparado(a), porque tu Padre Celestial estará contigo desde hoy y para siempre, dondequiera que vayas.

Si te trajo hasta aquí, tiene el poder para llevarte más allá y no te dejará hasta que haya cumplido todo lo que determinó en tu vida, así qué, ponte en marcha, porque Dios tiene sorpresas extraordinarias, lecciones poderosas y ángeles a tu disposición para caminar en este nuevo capítulo de tu vida llamado año, que apenas comienza.

Reflexiona:

¿Qué hay en tu corazón hoy, miedo, o fe? Cuál sea la respuesta, recuerda que tu vida está en las manos de Dios.