Un mensaje diferenteMuestra

Una de las maneras más simples de iniciar una conversación es encontrar algo en común con la otra persona. Puede ser un deporte, una historia vivida, algún hobbie o lo que sea. Al conectar desde algo que ambos disfruten o entiendan, es más fácil abrir una conversación genuina y, con el tiempo, tener la oportunidad de hablar de Jesús desde una amistad real. Pablo entendía que compartir el evangelio no es una tarea rígida; es una misión que requiere flexibilidad y conectar con el otro. No se trata de imponer, sino de construir relaciones que abran puertas a algo más profundo.

Llamado a la acción: Piensa en una forma práctica de acercarte a alguien en tu entorno para hablar de Jesús. Busca un tema que ambos compartan o algo que les interese a los dos. Puede ser un deporte, una actividad que disfruten o un tema que los apasione, y úsalo como punto de partida para una conversación. Pídele a Dios que te guíe en cada palabra y que te ayude a conectar con él o ella.