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Salmo‬ ‭103‬:‭4‬ ‭NBLA‬‬

…El que te corona de bondad y compasión

Se puede observar en el Salmo 103:4, el salmista estaba usando palabras para describir su realeza física aquí en la tierra, como su corona de rey que expiró con su muerte. Pero, también estaba describiendo el favor que tenemos hoy en Cristo Jesús, que va más allá de nosotros hacia la eternidad.

Permíteme mostrarte lo que quiero decir.

La palabra hebrea para “corona” no es solo un adorno físico que se coloca sobre la cabeza, sino que también significa un envolvimiento divino. El concepto de estar rodeados de Su favor divino conlleva también una connotación de protección y honor divinos. En otras palabras, tenemos el favor supremo de Dios dondequiera que vayamos trayéndonos bendiciones y acompañado con la protección de Dios aquí en la tierra. Este favor lo llevaremos a la eternidad porque Jesús es nuestra corona. Somos altamente favorecidos en el Amado (Efesios 1:6).

Pero una cosa es creer que Dios puede ser misericordioso y clemente con nosotros en cualquier momento, pero otra es creer que Dios nos ha coronado con gracia y misericordia. La diferencia es que, en el primer concepto, Dios puede ser misericordioso hoy pero enojado mañana, pero, en el segundo, Dios nos da un juramento eterno de mostrarnos su favor divino incondicionalmente porque una corona es para siempre. Esto es precisamente lo que sucedió cuando Dios promulgó el nuevo pacto basado en la sangre de Jesús. Fue una garantía férrea de que Dios sería misericordioso con nuestra injusticia y que no se acordaría más de nuestros pecados (Hebreos 8:12).

Cuando somos coronados con Su gracia y misericordia, recibimos cosas buenas que no merecemos porque la gracia es un favor inmerecido y nos guarda de las cosas malas que sí merecemos porque la misericordia es para aquellos que son culpables de malas acciones. Verás, la muerte de Cristo nos ha conectado para siempre con la misericordia de Dios, y la resurrección de Cristo nos ha conectado para siempre con la gracia de Dios. Estamos en un lugar donde tenemos acceso a la gracia y la misericordia de Dios, que siempre estarán trabajando para nosotros sin tener en cuenta nuestras fallas (Hebreos 4:16).

Reflexión: ¿Crees que un momento Dios esta enojado contigo cuando fallas y en otro Dios esta complacido contigo cuando obras bien? ¿Te ves altamente favorecido ante los ojos de Dios aún en tus fallas?

Aplicación diaria: El Señor quiere que tengas plena seguridad de Su favor en tu vida. Ora al Señor: Yo se que tu me ves a mi muy diferente a lo que yo siento de mi mismo. Yo soy altamente favorecido ante tus ojos porque Cristo es mi corona. Amén.