Fidelidad: Leyendo Con El Pueblo De DiosMuestra

Desafío de Memorización:

1 Samuel 12:13-15
"Y ahora, he aquí el rey que habéis escogido, el cual habéis pedido; he aquí que el Señor ha puesto rey sobre vosotros. Si teméis al Señor, y le servís, y obedecéis su voz, y no os rebeláis contra el mandamiento del Señor, y si tanto vosotros como el rey que reina sobre vosotros seguís al Señor vuestro Dios, bien os irá. Pero si no oyeréis la voz del Señor, y os rebeláis contra el mandamiento del Señor, entonces la mano del Señor será contra vosotros y contra vuestro rey".

1 Samuel 12:24-25
"Solamente temed al Señor, y servidle con todo vuestro corazón; porque considerad cuán grandes cosas ha hecho por vosotros. Pero si aún hacéis mal, seréis barridos, tanto vosotros como vuestro rey".

Introducción:

En las lecturas de hoy, encontramos dos ejemplos contrastantes de fidelidad y su ausencia. Por un lado, tenemos a Saúl, que, en medio de la desesperación, busca consejo en una médium, apartándose de la sabiduría de Dios (1 Samuel 28). Por otro lado, Jesús les enseña a sus discípulos sobre la importancia de permanecer en Él, la verdadera vid, para recibir vida y fructificar (Juan 15:4-5). Estos pasajes nos muestran que la fidelidad a Dios no es solo una cuestión de obedecer, sino de reconocer a Dios como nuestra única fuente de sabiduría y vida.

Reflexión teológica:

Saúl, en su desobediencia, elige buscar una fuente alternativa de dirección, alejándose de Dios y confiando en algo que no tiene poder para ayudarlo. Este acto es un claro ejemplo de lo que sucede cuando el pueblo de Dios, o un líder, no permanece fiel a Él. La decisión de Saúl de consultar a una médium, cuando Dios ya le había dado instrucciones claras, es una advertencia sobre los peligros de no buscar a Dios y de intentar encontrar soluciones por nuestra cuenta.

En contraste, Jesús, al enseñar sobre la vid verdadera en Juan 15:4, nos recuerda que la única forma de vivir una vida fructífera y obediente es permanecer conectados a Él. "Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí." Este pasaje subraya la importancia de estar constantemente en comunión con Cristo. La vida cristiana no es algo que podamos hacer por nuestra propia fuerza o sabiduría; necesitamos estar profundamente conectados a Jesús para vivir de acuerdo con Su voluntad.

La fidelidad a Dios implica confiar en Él como la fuente de nuestra vida y sabiduría. Al igual que una rama no puede dar fruto si no permanece en la vid, nosotros no podemos vivir fielmente si no permanecemos en Cristo. La fidelidad no se trata solo de hacer lo correcto en el exterior, sino de vivir en una relación continua con Dios, confiando en Su sabiduría y poder para guiarnos.

Aplicación práctica:

En tu vida diaria, ¿cómo puedes profundizar tu permanencia en la fidelidad de Dios? A menudo, las distracciones y las preocupaciones nos llevan a buscar soluciones rápidas y fáciles, al igual que Saúl. Pero el llamado de Dios es a permanecer en Él, a confiar en Su sabiduría y a depender de Su Espíritu Santo para guiarnos. Esto no solo implica oración y lectura de la Palabra, sino también una actitud constante de obediencia y dependencia.

Pregunta para reflexionar:
¿Cómo puedes profundizar tu permanencia en la fidelidad de Dios en tu vida diaria? ¿Qué pasos prácticos puedes tomar para asegurarte de que tu fuente de sabiduría y dirección provenga de Dios, y no de soluciones temporales o incorrectas?