Padre NuestroEjemplo

RESTAURACIÓN

Jesús termina esta enseñanza sobre la oración señalando la condición humana: nuestra debilidad y la presencia del mal. Sin embargo, en medio de ello, tenemos a un Padre que nos puede librar. Como parte de nuestro ritmo diario, esta oración nos recuerda que a pesar de nuestra debilidad podemos pedir que Dios nos dirija en el camino a la restauración.

Aunque hay nutrido debate en cuanto a la interpretación de esta parte del Padre Nuestro, nos presenta un reto: ¿Cuáles son las voces que escuchamos? ¿Qué estamos tentados a seguir? ¿Nos inclinamos a encontrar una salida fácil? Quizá un camino que nos lleve hacia el poder y la influencia, o hacia el dinero. ¿Nos hace desviarnos y alejarnos de la misión a la que Dios nos ha llamado? Transigimos y al hacerlo perdemos el rumbo. Es así que Jesús nos invita a hacer un alto y buscar la ayuda de nuestro Padre y Rey. Dependiendo de Dios encontramos el camino a la restauración.

Motivos de Oración:

• Son muchas las voces y las influencias que afectan a nuestros niños y jóvenes. Oren juntos pidiendo que tengan protección. Pidan que tengan la seguridad de que Dios les ama. Podrían orar juntos pidiendo ideas de cómo ayudarles a establecer un firme cimiento de la fe que les dure toda la vida.

RESUMEN:

Al tomar nota de las noticias en los medios, ¿vemos reflejados los mismos retos que enfrentaban los discípulos? ¿Acaso estos temas de actualidad no reflejan los mismos temas que Jesús les indicó a sus seguidores que debían presentar en oración mientras le escuchaban en ese monte? En aquel entonces, como en la actualidad, enfrentaban la corrupción de las relaciones rotas que llevaban al enojo, la hipocresía, la venganza, buscar la aprobación de la gente, y mucho más. Jesús les ofreció esta oración y nos la ofrece a nosotros para ayudarnos a buscar el reino de Dios en la realidad de nuestra vida cotidiana.

Además, el sermón del monte termina con la expectativa que un día veremos a Jesús cara a cara. En ese momento lo único que tendrá importancia será conocerle y que nos conozca. La restauración estará completa. Estaremos en presencia de Dios, el mismo Dios al que nos acercamos en oración, nuestro Padre.

Al concluir este plan, ora el Padre Nuestro. Reflexiona sobre las necesidades de oración que han surgido de este tiempo. Apúntalos para que más adelante puedas volverlos a mirar y así dar gracias por lo que Dios hará.

Que incorporemos al ritmo de nuestra vida el santificar a Dios y depender de él y que sea una sinfonía en nuestro corazón.

Si te ha gustado participar en este plan de lectura de la Unión Bíblica Internacional, puedes saber más sobre nosotros y el trabajo que hacemos con niños, jóvenes y familias en 120 naciones de todo el mundo: http://www.scriptureunion.global/welcome