Padre NuestroMuestra
RELACIÓN
Al comenzar este plan, Jesús nos invita a acercarnos a Dios en oración. Esta oración empieza de manera sorprendente. ¡Podemos decirle ‘Padre’ a Dios! De hecho, esta era la manera en la que Jesús prefería dirigirse a Dios en oración.
Vemos la realidad de la grandeza de Dios de manera cercana y personal al empezar nuestra oración con este nombre familiar e íntimo. Somos hijos de Dios que podemos acercarnos con confianza a nuestro Padre amoroso en oración.
La oración no empieza con ‘Padre mío’, sino con el plural ‘Padre nuestro’, que recalca la naturaleza colectiva de la fe cristiana. Jesús también enfatiza el aspecto comunal de la relación, invitando a los creyentes a vivir una experiencia compartida del amor paterno de Dios. La oración no es solo una actividad personal, sino un acto comunitario que une a los que seguimos a Jesús. Esta inclusividad refleja el cuerpo de Cristo, en el que cada miembro está interconectado y es valorado por igual.
Pero, al acercarnos a Dios como Padre, Jesús nos indica que ‘santifiquemos’ el nombre de Dios. No es una palabra que usemos con frecuencia hoy en día. ‘Santificado’ incluye sentidos como ‘separado’, ‘único’. Es una palabra que describe al Dios sin par al que nos acercamos en oración, un Dios muy por encima de nosotros, así como los cielos. Jesús hace encajar el carácter de Dios como accesible y cercano a la vez que es digno de respeto.
Dios es a la vez infinitamente santo e íntimamente personal. Esta combinación nos alienta como creyentes a acercarnos a Dios con reverencia y confianza a la vez. Si bien gozamos de esta relación cercana, tenemos que recordar el deber de honrar a Dios en todo lo que decimos y hacemos. Nuestras oraciones deben reflejar nuestra conciencia de su santidad y grandeza.
Motivos de Oración:
- Padre nuestro: ¿Qué tan significativo es que oremos a un Dios al que llamamos Padre y que es santo? Traigan sus pensamientos a Dios en oración.
- Piensen en los niños y jóvenes en su ministerio que tienen relaciones familiares difíciles y relaciones rotas con sus padres. Quizá sean refugiados o viven en la calle y están desconectados de su familia. Oren por ellos. Si saben cómo se llaman, oren por ellos por nombre.
“Si bien el Antiguo Testamento en contadas ocasiones se refiere a Dios como Padre (p. ej. Isaías 63:16), no era la manera en la que los judíos habitualmente se dirigían a Dios en oración. Sin embargo, Jesús, con frecuencia le decía ‘Padre’ a Dios y enseñó a sus discípulos que hicieran lo mismo. Hace ver a un Dios que es personal y amoroso, no distante ni indiferente. Jesús invita a sus seguidores a que se dirijan a Dios como ‘Padre’, fomentando una relación íntima y personal. Este enfoque relacional enfatiza que Dios ama profundamente a sus hijos y desea tener una relación estrecha con ellos”.
Escrituras
Acerca de este Plan
En este plan nos centramos en la oración más conocida de la iglesia a lo largo de muchas generaciones. Encontramos el Padre Nuestro al centro del sermón del monte en el Evangelio de Mateo. (Mat 6:9-13). ¿Por qué? Porque Jesús desea que la oración tenga un lugar central en la vida de sus seguidores. Nos unimos a los discípulos al pedirle a Jesús: «enséñanos a orar» (Lucas 11:1).
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Nos gustaría agradecer a Scripture Union por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://www.scriptureunion.global/welcome