Padre NuestroMuestra

REINO

Jesús está proveyendo a los discípulos (y a nosotros) otra faceta del carácter de Dios. Les presenta a Dios en su faceta de Rey. Además de ser Padre y santo, Dios es también el monarca que reina. Y el reino de Dios se caracteriza por su soberanía sobre el cielo y la tierra.

En Jesús vemos que se alinean la voluntad de Dios para el cielo y la tierra. Él trae transformación e integridad a este mundo quebrantado. Por lo tanto, al ser sus seguidores, nos unimos a Jesús en su oración de que suceda en la tierra lo que sucede en el cielo. Nos unimos a él orando que la voluntad de Dios se extienda a toda la tierra. Esto significaría que los deseos de Dios se vuelven nuestros deseos. Cuando suceda, veremos individuos y comunidades transformadas y la restauración de la creación. Es una oración de acción. El reinado de Dios resultará en que el juicio y la justicia cubran la tierra.

Motivos de Oración:

• ¿Cómo se verá cuando decimos “hágase tu voluntad”? ¡Es una oración valiente! Pidan valentía y gracia para poder ir a donde Dios dirige.
• Piensen en lugares de injusticia en sus comunidades. Puede que parezcan abrumadores. Oren juntos pidiendo discernimiento para ver las pequeñas acciones que pueden tomar para servir al Reino de Dios y traer justicia para niños y jóvenes de manera particular.

“Según Romanos 14:17, el reino de Dios no es cuestión de comida y bebida, sino de justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo. Así que, cuando nos comprometemos a orar que venga tu reino, debemos estar dispuestos a ser artífices de justicia, artífices de paz y artífices del gozo que da el Espíritu Santo, a nuestro alrededor, en nuestras familias y en nuestras comunidades”.