Mateo, El Evangelio Del ReyMuestra

Los discípulos del Rey

En el versículo 38 de Mateo 9, Jesús les dice a sus discípulos que oren a Dios pidiendo que envíe obreros a su campo. La cosecha es abundante, las multitudes están agobiadas y desamparadas, como “ovejas sin pastor”, y Jesús se compadece de ellas.

Inmediatamente después de esta oración, los doce discípulos se convierten en apóstoles. Es decir, pasan de ser doce aprendices de Jesús a ser doce enviados por Él. Estos hombres se convierten en la respuesta a la oración de Jesús.

Reciben autoridad para expulsar espíritus malignos, sanar toda enfermedad y dolencia, con el objetivo de compartir un solo mensaje: “El reino de los cielos está cerca”. El grupo no podría haber sido más diverso: había pescadores, cobradores de impuestos, revolucionarios. Pero sin importar su pasado o su profesión, todos estaban unidos bajo una misma misión: predicar a Jesús como Salvador. Las diferencias entre ellos no desaparecieron, pero fueron desplazadas, ya que su prioridad fue cumplir con la tarea asignada.

El número doce es muy significativo. Las doce tribus de Israel siempre fueron un símbolo distintivo de los judíos. Ahora, Jesús nombra a doce apóstoles, no solo como un símbolo, sino como el medio por el cual Dios restauraría a Israel y bendeciría a todas las naciones de la tierra.

Leamos juntos Mateo 9:35 a 10:10 y reflexionemos con estas preguntas:

1. Jesús notó que las multitudes estaban agobiadas y desamparadas. ¿Creés que esos adjetivos se aplican a las “multitudes” de hoy? Si tu respuesta es afirmativa, ¿en qué áreas específicas notas el agobio y desamparo?

2. Así como los discípulos se convirtieron en la respuesta a su propia oración, ¿qué acciones concretas puedes tomar hoy para ser la respuesta de Jesús al desamparo de los que te rodean?

3. Los doce discípulos no permitieron que las diferencias entre ellos les impidieran trabajar juntos. ¿Cómo crees que los discípulos lograron dejar estas diferencias de lado?

4. ¿Estás siendo un medio para llevar la restauración del amor de Dios a otros? ¿Qué pasos concretos puedes dar si aún no lo estás haciendo?