Proyecto Biblia | La oración de JesusMuestra

Perdona nuestras deudas

Hoy seguimos estudiando la segunda mitad de la oración de Jesús, que se ocupa de las necesidades humanas. Examinaremos más detenidamente la petición de perdón de Jesús en el versículo 12.

"Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores".

Recuerda que Jesús está instruyendo a las personas sobre cómo orar y, en el versículo 12, enseña a sus seguidores a pedir a Dios que perdone sus deudas (a veces traducido como "pecados" o "transgresiones"). Inmediatamente después, Jesús añade: "como también nosotros perdonamos a los nuestros deudores".

Jesús nos enseña a combinar esta súplica con un compromiso. Cuando pedimos perdón, también nosotros debemos estar dispuestos a perdonar a los demás. Observa que Jesús está dando instrucciones sobre cómo orar y cómo vivir en una relación justa con los demás, eligiendo perdonar las deudas de los demás.

Pero, ¿por qué dice "deudas"? En el contexto de Jesús, una deuda representaba metafóricamente las ocasiones en que hacemos daño a los demás y les debemos enmendarlo. Es una deuda relacional, y en los versículos 14-15 de la oración, Jesús amplía la idea del perdón hablando del perdón de las transgresiones de los demás. La palabra en español "transgresiones" (a veces "delitos") es la traducción de la palabra griega paraptoma, y su equivalente en la Biblia hebrea es la palabra pesha, que se refiere a la traición en una relación.

Para saber más sobre estas palabras y su significado en la Biblia, mira el siguiente video.

Todo el sermón de Jesús se centra en cómo amar a Dios y a los demás de todo corazón. Y amar a los demás incluye perdonar: esto es bueno para todos los implicados y es necesario para la sanidad y la reconciliación. Negarse a perdonar a los demás por sus errores sugiere que aún no hemos recibido o comprendido el perdón de Dios por nuestros errores.

Ahora, leamos despacio y meditemos en toda la oración, haciéndola nuestra.

Mateo 6:9-15
9 Por tanto, cuando oren, háganlo así:
Padre nuestro que estás en los cielos, que tu nombre sea reconocido como santo.
10 Que venga tu reino y que se cumpla tu voluntad, como en los cielos, así también en la tierra.
11 Nuestra provisión diaria de pan, dánosla hoy.
12 Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.
13 Y no nos pongas a prueba, sino líbranos del maligno.
14 Porque si ustedes perdonan a las personas sus transgresiones, también su Padre que está en los cielos les perdonará a ustedes.
15 Pero si no perdonan a las personas, tampoco su Padre les perdonará a ustedes sus transgresiones.

Pregunta para reflexionar
Recibir perdón te hace sentir bien, pero ofrecer perdón a menudo resulta difícil. ¿Cuándo te cuesta más perdonar a los demás?