Proyecto Biblia | La oración de JesusMuestra

Como en los cielos, así también en la tierra

Hoy exploraremos la segunda línea de la oración de Jesús.

"Que venga tu reino y que se cumpla tu voluntad, como en los cielos, así también en la tierra".

Hay tres palabras clave por entender en esta línea: reino, cielos y tierra. En primer lugar, consideremos "reino" (basileia en griego). Mira el video que encontrarás a continuación para aprender más.

En la oración, Jesús ruega que venga el Reino de Dios, pero ¿de dónde viene? Jesús se refiere a este lugar como los "cielos" o el "cielo", según algunas traducciones modernas. La gran comunidad judía a la que pertenecía Jesús consideraba los "cielos" (griego ouranos, hebreo shamayim) como el ámbito en el que Dios gobierna. Mira este video para descubrir más:

En la imaginación bíblica, el trono y la morada de Dios se hallan en los cielos, donde siempre se hace su voluntad. Jesús ruega que este "reino de los cielos" se una a la tierra para que la voluntad de Dios pueda cumplirse en ambos espacios. Aprende más sobre la palabra hebrea para "tierra", erets, con el video de hoy.

La tierra es el reino de las plantas, los animales y los seres humanos. Está separada del ámbito en el que Dios gobierna en los cielos. Pero a menudo, en la historia bíblica, Dios desciende para estar con los humanos, trayendo el reino del cielo a la tierra. Y eso es lo que pide Jesús en su oración modelo: que toda la bondad, la justicia y el amor del reinado celestial de Dios dejen de estar separados y se unan plenamente a nuestro mundo, uniendo el Cielo y la Tierra.

Ahora, leamos despacio y meditemos en toda la oración, haciéndola nuestra.

Mateo 6:9-15
9 Por tanto, cuando oren, háganlo así:
Padre nuestro que estás en los cielos, que tu nombre sea reconocido como santo.
10 Que venga tu reino y que se cumpla tu voluntad, como en los cielos, así también en la tierra.
11 Nuestra provisión diaria de pan, dánosla hoy.
12 Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.
13 Y no nos pongas a prueba, sino líbranos del maligno.
14 Porque si ustedes perdonan a las personas sus transgresiones, también su Padre que está en los cielos les perdonará a ustedes.
15 Pero si no perdonan a las personas, tampoco su Padre les perdonará a ustedes sus transgresiones.

Pregunta para reflexionar
Al relacionarte con tus amigos y vecinos, ¿cómo puedes colaborar con Dios en la tarea de traer el Reino de Dios al territorio en el que te encuentras?