Cerrando El AñoMuestra

La importancia de poner nuestros planes en manos de Dios.

¡La mejor manera de comenzar cualquier cosa es poniéndola en las manos de Dios! Dios nos ha creado con capacidades únicas y diferentes. Capacidades que nos permiten planear un nuevo año de la mejor manera posible. Sin embargo, los hijos de Dios reconocemos, que aun cuando podemos prepararnos de la mejor manera para enfrentar el futuro, la soberanía divina dictará la última palabra. ¡Él es el Señor!

“Podemos hacer nuestros planes, pero el Señor determina nuestros pasos" (Proverbios 16:9 NTV).

“Puedes hacer todos los planes que quieras, pero el propósito del Señor prevalecerá" (Proverbios 19:21 NTV).

Nuestra planeación para el futuro, y la soberanía de Dios que prevalecerá, no son cosas contradictorias. Ambas están en la Biblia. A nosotros nos toca hacer lo que nos corresponde, y descansar en que el resultado de todo está en la voluntad perfecta de Dios. Me gusta resumirlo de la siguiente manera: Diligencia en nuestra responsabilidad humana y total dependencia de la soberanía divina.

Cuando de mirar hacia el futuro se trata, debemos evitar dos extremos peligrosos. El primero es ser tan obstinados en nuestros planes que pensemos erróneamente que hemos obtenido las cosas gracias a nosotros mismos, llenándonos de soberbia (Deuteronomio 8:10-18). El segundo es justificar nuestra falta de diligencia, usando erróneamente el pretexto de que “estamos descansando en Dios”, ¡cuando Dios mismo reprueba nuestra falta de diligencia en las cosas! (Proverbios 13:4, 2da Tesalonicenses 3:10).

¡Planeemos! ¡Seamos diligentes en nuestras acciones cotidianas! Pero reconozcamos en todo momento que los resultados quedan absolutamente en el terreno de la voluntad de Dios. ¡Descansemos con confianza en ello!

¡Que Dios bendiga toda obra de tus manos en este nuevo año que comienza!