Cerrando El AñoMuestra

La importancia de mirar atrás y agradecer.

Una de las mejores actitudes en el ser humano es el agradecimiento. Ser agradecidos es reconocer las bondades que nos han sido dadas.

El agradecimiento es una virtud reconocida en todos los tiempos. Esopo, el famoso fabulista de la Antigua Grecia decía: “La gratitud convierte lo que tenemos en suficiente. Es la señal de las almas nobles". Séneca, filósofo y escritor romano decía: “Nada es más honorable que un corazón agradecido". A lo largo de la historia los seres humanos hemos reconocido el valor de la gratitud.

El fin de este año nos regala la oportunidad de ser agradecidos. ¿Podrías hacer una lista de personas con las cuales estás muy agradecido(a)? Pueden ser personas de tu familia, de tu iglesia, de tu trabajo, de tu vecindario. Haz esa lista. Tómate un tiempo para llamarles o escribirles un mensajito de agradecimiento. No tiene que ser nada elaborado o presuntuoso, simplemente unas palabras de gratitud que nazcan de tu corazón.

En la vida del creyente en Cristo, esta lista la encabeza Dios. Podemos reconocer lo mismo que reconoció el salmista:

“Muchas son, Señor mi Dios, las maravillas que tú has hecho. No es posible enumerar tus planes en favor nuestro. Si quisiera anunciarlos y proclamarlos, serían más de lo que puedo contar” (Salmo 40:5).

Ahora que concluye el año, apartemos un tiempo para mirar y agradecer todas las bondades que Dios ha mostrado a nuestra vida. Démosle gracias. Seamos hijos e hijas agradecidos en este fin de año.