Día 4: Jesús es tu victoria

«Por eso, Dios lo engrandeció al máximo y le dio un nombre que está por encima de todos los nombres…» Filipenses 2:9 (NBV)

Hay una paz que viene de Dios y que puede inundar todo tu ser. Es más fuerte que el miedo, calma tu corazón y tu alma, incluso calma tu mente y tu cuerpo.

Cuando sientas que te invade el miedo, la duda o el temor, ¿qué puedes hacer? Hemos hablado de confiar y someterse a Dios. Hemos explorado la guerra espiritual y lo importante que es resistir el ataque del enemigo.

Y, hemos visto maneras en las que puedes comenzar cada día con la mente puesta en Dios, equipado para orar cuando te sientas ansioso. Hay una cosa más que puedes hacer para calmar tu corazón ansioso:

Declara el nombre de Jesús

Declara el nombre que está por encima de cualquier otra cosa que pueda ser nombrada: miedo, ansiedad, pánico, preocupación, temor. Cuando pronuncias el nombre de Jesús, este remolino de emociones debe someterse, estas emociones deben huir. No tienen derecho a permanecer en tu vida cuando invocas el nombre de Jesús, tu Señor y Salvador.

«… Pero el Hijo de Dios vino a destruir las obras del diablo». 1 Juan 3:8 (NTV)

Hay una violenta guerra constante en los lugares espirituales, pero tú no tienes que ser una víctima. Dios ha ganado la victoria sobre todas las obras del maligno, tu tarea es mantener esa victoria en tu propia alma.

Sí, es una lucha y de momento puede parecer una persistente batalla. Pero puedes ganar la guerra por tu alma siguiendo la guía de Dios, meditando en su palabra y manteniéndote en su camino para recuperar tu vida y vivir en su maravillosa paz.

Declara el nombre de Jesús, confía en el PODER que hay en su nombre.

Ora esta oración conmigo:

Pronuncio el nombre de Jesús sobre mi vida. Declaro su nombre sobre cada área de miedo, ansiedad y pánico que intenta gobernar mi vida. Jesús es mi Señor y le entrego todo lo que soy. Dios, recibo tu gran paz ahora. En el nombre de Jesús, amén.

Al orar esta oración, recibe la paz de Dios. Deja que desaparezca toda ansiedad, respira profundamente y permite que Dios calme tu corazón. Tenemos otro devocional muy importante para que vivas en la paz de Dios. Nos vemos el quinto día.