La batalla es real

«Señor, cuando en mí la angustia iba en aumento, tu consuelo llenaba mi alma de alegría» (Salmo 94:19 NBV).

Cada persona tiene una capacidad innata de defensa, la reacción de lucha o huida ante una situación amenazante. Esta es la protección de Dios para ayudarte a actuar ante una amenaza muy real.

Sin embargo, si luchas con pánico infundado cuando todo a tu alrededor está bien - es importante entender que el pánico que sientes no viene de Dios. Hay un enemigo de tu alma que está haciendo todo lo posible para paralizarte con el miedo, para impedir tu habilidad de funcionar en la vida y limitar furiosamente tu capacidad de ser la luz que Dios te ha llamado a ser.

Pero tú puedes resistir.

«Por eso, obedezcan a Dios. Pónganle resistencia al diablo y él huirá de ustedes» (Santiago 4:7).

Es fundamental que entiendas esta estrategia para vivir en fe y sin miedo: aunque el enemigo pueda parecer un león rugiente que merodea para arruinarte, Dios es tu libertador. Él es tu salvador.

Sometido a Dios en obediencia, puedes mantenerte firme. Puedes resistir todas las tácticas del enemigo. El diablo huirá de ti y se llevará consigo toda la ansiedad descontrolada que ha incitado en tu alma.

La próxima vez que te asalte un ataque de pánico, reconoce que es una batalla espiritual y resiste. Reconoce el Señorío de Jesús en tu vida y dile no al pánico. Di NO a la ansiedad, resiste al miedo en el nombre de Jesús.

Si estás dispuesto, aquí tienes una oración que puedes declarar cuando sientas ansiedad.

Dios, te confío mi vida y me someto a ti, me resisto a la ansiedad. Rechazo el miedo y el pánico que son artimañas del enemigo y él está tratando de incitar en mi alma. Mi vida está en las manos de Dios y declaro que cuando la ansiedad amenaza con apoderarse de mí, el consuelo de Dios calma mi alma. En el nombre de Jesús, amén.

Preparado con una comprensión de la batalla espiritual detrás de estos ataques, estarás en condiciones de obtener la victoria. El enemigo puede ponerte a prueba, pero si mantienes tu confianza en Dios y te mantienes firme, eventualmente, el control del enemigo disminuirá, y su presencia se disipará.

Mañana veremos más formas de ganar la batalla a la ansiedad.