Viviendo Fielmente en Una Tierra Sin FeMuestra

La respuesta de Dios a la oración

Leer: Zacarías 1:7-17; Romanos 6:1-2; 1 Pedro 2:21-25

EOAO: 1 Pedro 2:24-25

“Él mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, una vez muertos a los pecados, vivamos para la justicia. ¡Por su herida habéis sido sanados! Vosotros erais como ovejas descarriadas, pero ahora habéis vuelto al que es pastor y guardián de vuestras vidas".

En el texto

Un año después de que Daniel recordara los 70 años de exilio y comenzara a orar para que Dios mostrara compasión, Dios envió esta visión al profeta Zacarías. Zacarías estuvo entre los primeros grupos de personas que regresaron a Jerusalén después del exilio.

Tuvo una visión de un ángel y cuatro jinetes a caballo viajando alrededor de la tierra y reportando que la habían encontrado en paz. Hubo una conversación entre el ángel y Dios, que transmitió tres cosas. Primero, Dios tuvo compasión de Su pueblo. En segundo lugar, Dios estaba muy disgustado con las naciones que habían dado por sentada Su gracia. Por último, el pueblo del Señor regresaría y Él los reconstruiría, los consolaría y los validaría. Bajo Él, volverían a prosperar.

Puede haber ocasiones en las que nos sentimos tentados a pecar y pensamos: “No importa si hago esto. ¡Dios me perdonará! Sin embargo, esta es una actitud peligrosa. No se da cuenta de lo feo que es el pecado y de lo que le costó a Dios lidiar con él.

Dios es bueno, paciente, misericordioso y lleno de gracia. Él nos ofrece gracia gratuita cuando nos arrepentimos y pedimos Su perdón. Pero, debido a que Él es santo y justo, nunca debemos jugar con el pecado. Como dice Pablo en Romanos 6, la persona que sigue pecando voluntariamente no ha entendido el evangelio. Dios no sólo perdona a Sus hijos, también nos santifica a través de su Espíritu que ahora vive en nosotros.

Ninguno de nosotros es perfecto ni lo seremos de este lado de la eternidad. Cada uno de nosotros es propenso a deambular como ovejas. Dios te conoce. Él conoce la actitud de tu corazón. Él te ama. Jesús es nuestro Buen Pastor, Él nos llama a regresar una y otra vez. Él nos guarda y nos cuida, y estamos seguros en Su rebaño.

Oración

Padre Celestial, estoy muy agradecido por tu paciencia, gracia, misericordia y amor inquebrantable. Oh Señor, perdona mi actitud arrogante, que muchas veces me ha llevado al pecado. Que no dé por sentada tu gracia, sino que mi corazón esté totalmente dedicado a ti. Te doy gracias por Jesús, el Buen Pastor, que dio Su vida por mí. Estoy a salvo en tu tierno y amoroso cuidado. Amén.