Para Conversar Con DiosMuestra

Cuando Dios resalta la importancia del perdón nos lleva a un amor superior que siempre quiere estar cerca de nosotros, Él no solo es el Padre que nos equipa para nuestro destino, también quiere estar en comunión con nosotros durante el proceso. Conversar con Dios desde esta oración nos recuerda que cuando no nos perdonamos o no perdonamos, nos alejamos de Dios y estamos a merced del mal. El perdón en esta dimensión va más allá de pasar por alto la ofensa, tiene que ver con la decisión de querer construir con otros.

Jesús no solo nos perdonó, sino que también nos volvió a poner en el lugar donde podríamos experimentar el abrazo del padre, sanar de nuestras propias heridas y poder abrazar así a los demás. Porque una persona arrepentida que se restaura aprende a amar y perdonar en otro nivel.

Si no somos capaces de perdonarnos o perdonar a nuestro hermano quizás es porque aún debemos trabajar en este proceso de perdón y restauración. Se que cuando hay heridas profundas es más difícil, pero debemos aprender a caminar en ese proceso. El nos dice que si no perdonamos no seremos perdonados porque sabe que el perdón realmente es por nuestro bien.

Es cierto que no debemos alentar la reconciliación cuando la otra persona nos pide falsamente perdón con la intención de volver a hacernos daño. Perdón y reconciliación son distintos. Pero desde la perspectiva divina, recordemos que el perdón divino va más allá del término legal, busca sanidad, restauración y reconciliación. Dar el primer paso del perdón nos permite ver con más claridad, compasión y gratitud la comunidad donde podemos darle la bienvenida a Dios y hacer que su reino se establezca. Que Dios no recuerde quienes somos y lo que realmente vale para que podamos conversar desde esa frecuencia con él. Amén.