Actitudes De Los Ciudadanos Del ReinoMuestra

MINISTERIO DE PRÁCTICA

IDEAS BÁSICAS

• Sabiendo que ha llegado el momento de pagar el precio de la salvación de la humanidad y de volver al Padre, Jesús pone ante los discípulos otra lección de servicio práctico: el lavatorio de los pies.

• Pedro se resiste, pues el gesto le parece demasiado humillante por parte de Jesús. La explicación de Jesús es que ha dado un ejemplo a sus discípulos: la voluntad de servir.

• Este ejemplo nos muestra también que, en el Reino de Dios, todos somos hermanos e iguales, aunque Dios nos conceda dotes, capacidades y vocación únicas y personalizadas.

• Jesús les lavó los pies conociendo a los doce discípulos con todas sus debilidades pasadas, presentes y futuras.

La lección de servicio enseñada por Jesús la noche de la Última Cena es un modelo de servicio práctico que Él realiza intencionadamente con para dar ejemplo a sus seguidores a lo largo de los siglos. Pedro considera inapropiado e inaceptable el ejercicio de humildad y servicio de Jesús. En la cultura de la época, todas las casas tenían una pila con agua a la entrada para lavar los pies, y uno de los sirvientes de la casa debía lavar los pies de los invitados. Jesús y los discípulos alquilaron el lugar donde celebraban la cena de Pascua, así que no había nadie esperando a la entrada para lavarles los pies, y Jesús aprovechó esta oportunidad, asumiendo el papel del sirviente en la puerta. Jesús les dice directamente que les ha dado ejemplo para que hagan lo mismo. Los cristianos deben practicar el servicio intencional, aprovechando cada oportunidad para servir de corazón sincero y con amor, mostrando que no se consideran superiores a los demás hermanos. El verdadero servicio procede de un corazón sincero, marcado por la humildad y el amor. Si no puedes rebajarte en tu corazón al nivel de los hermanos sencillos, menos educados o materialmente pobres y respetarlos como a tus hermanos, lavarles los pies sigue siendo un ritual sin significado espiritual. Esta lección de servicio enseñada por Jesús implica también aceptar a los servidos tal como son. Jesús sabía todo sobre ellos, sus debilidades y defectos, el hecho de que Judas lo vendería y Pedro se negaría a sí mismo y todos los demás lo abandonarían, huyendo en las próximas horas. Sin embargo, con pleno conocimiento de causa, calentó la toalla del servicio. El servicio es la expresión práctica del amor incondicional y de un corazón humilde.