La Vasija En Las Manos Del AlfareroEjemplo

Somos simplemente vasijas de barro.

Somos vasijas de barro hechas por Él y para Él.

Muchas personas pasan toda su vida frustradas porque piensan que nunca llegarán a ser lo que Dios les prometió o mostró, o desean parecerse a alguien más, solo porque perciben que esa persona tiene una vida más fácil o sienten que son más amados por Dios.

Muchos anhelan ser un instrumento significativo para Dios, pero no están dispuestos a atravesar por ese mismo proceso. Hay muchos que quieren derrotar a Goliat pero nunca se han enfrentado a un león o un oso.

Es crucial entender que tenemos que permanecer más tiempo en la rueda del alfarero, siendo moldeados y quebrados por Sus manos.

Querer ser una vasija de bendición sin pasar por el proceso, a menudo conduce al fracaso y la decepción. Si quieres ser ese vaso de bendición, debes permitirte pasar por este proceso.

Es crucial reconocer que Dios es soberano y sabe lo que es mejor para tu vida.

¡Confía en Él! Entender que eres barro es reconocer que eres polvo, moldeado por un Dios que te conoce y tiene un propósito especial para tu vida.

Oremos: “Padre Celestial, te agradecemos por Tu amor y paciencia, mientras nos moldeas como vasijas en Tus manos. Ayúdanos a confiar en Tu proceso aunque a veces no entendamos los desafíos que enfrentamos. Déjame ser un instrumento de Tu amor y gracia en este mundo”. En el nombre de Jesús, Amén.