Edificaré mi iglesiaMuestra
Una Iglesia relacional
Según la neurociencia, aprendemos de manera mucho más profunda en un contexto relacional a través del feedback (ida y vuelta), que solo leyendo o escuchando.
Y es cierto, es bueno leer y escuchar; son importantes disciplinas espirituales, pero son complementarias a la comunidad relacional.
Me sorprende que una de las revelaciones más potentes del Nuevo Testamento no se produzca en una fiesta ni en un sermón, sino en un contexto conversacional.
Jesús les pregunta a los discípulos:
«—¿Quién dice la gente que es el Hijo del Hombre?
—Bueno—contestaron—, algunos dicen que Juan el Bautista, otros, que Elías, y otros, Jeremías o algún otro profeta.
Entonces les preguntó: «Y ustedes, ¿quién dicen que soy?».
Simón Pedro contestó: —Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios viviente» (Mateo 16:13b-16 NTV).
Que quede más que claro: amo las reuniones donde hay adoración comunitaria en formato musical, también me inspiran los mensajes que nos invitan a conectar con Dios y con las personas.
Pero igual de importantes son las relaciones.
Creo fervientemente que la fe viene por el oír, pero tanto a lo largo de la Biblia como con los años de experiencia comprobamos que se arraiga, permanece y crece por las relaciones.
Un cuerpo que no se relaciona entre sí tiende a mantenerse activo mediante diferentes miembros ortopédicos.
Estos miembros ayudan a que el cuerpo se mueva en muchas ocasiones, pero al no tener una relación sanguínea, no suelen ser parte de la vida del cuerpo.
Jesús hizo partícipes a los discípulos haciéndolos pensar: «—Y ustedes, ¿quién dicen que soy?».
Jesús edifica la Iglesia relacionándose con ella y haciéndola pensar.
Suelo hablar a diario con pastores y líderes de la mayoría de los países de habla hispana y un denominador común es que muchas personas no se arraigan a las congregaciones.
Una realidad es que nadie puede atar a nadie para que esté en un sitio donde no quiere estar pero sí podemos generar espacios de integración relacional donde las personas puedan identificarse con una visión y un propósito.
Si la visión es de otro, estoy de paso; si soy parte de la visión, me arraigo.
Acerca de este Plan
En este plan de cuatro días veremos quién es el verdadero dueño de la iglesia, cuánto nos beneficia que él lo sea y nuestro rol en la misma. Te invito a que disfrutemos juntos de: Edificaré mi iglesia.
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Nos gustaría agradecer a Mariano Virnik por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.instagram.com/marianovirnik/