Lo Que Tus Ojos No VenMuestra

Tu valentía puede traer libertad a miles.

Ayer vimos cómo Dios había llamado a Gedeón a liberar al pueblo de Israel de la opresión. Hoy veremos que el primer paso para lograr la misión de Dios sería derribar todos los ídolos que se encontraban en la casa de su propio padre (el altar a Baal y el poste de Asera) y liberar a su familia de las ataduras provocadas por alejarse del Señor.

Luego de las dudas sobre si sería capaz de liberar al pueblo de Israel de los madianitas, Gedeón pide señales a Dios ¿Señales? Sí, para asegurarse que el mensaje provenía del Señor.

Cuando Gedeón se dio cuenta que era el ángel del Señor quien había venido a su encuentro. construyó un altar al Señor y lo nombró “El Señor es paz”.

Dios le encomendó su primera misión. Gedeón con mucho miedo cumplió la tarea, lo hizo de noche para que nadie lo viera. Resulta muy conocida esta manera de actuar, queremos obedecer la voz de Dios y hacer lo que nos pide, pero tenemos miedo al qué dirán, miedo a que se enojen con nosotros o que nos rechacen, o a perder trabajos, amigos, incluso familia. Motivos como este y más son los que nos lleva a actuar de una manera oculta.

Nosotros somos la luz del mundo, no podemos ser cristianos secretos. Te animo a que puedas ser esa luz en medio de tanta oscuridad, para que la gente que te rodea pueda saber y conocer que hay esperanza a pesar de las adversidades.

Gedeón tenía mucho miedo e incertidumbre de lo que podría pasar, es por eso que actuó como un cristiano secreto, pero Dios nos ve desde el futuro. Él ya conoce el final. Por lo tanto, él nos ve desde lo que seremos, y no de lo que somos en el presente, porque nuestro presente puede estar lleno de miedos, crisis, caos, incertidumbres.

Al siguiente día descubrieron que Gedeón fue el culpable de lo ocurrido, por lo que exigieron a Joás (su padre) que pague con su vida por lo que hizo, pero Joás pudo discernir lo que estaba pasando, lo que había hecho su hijo no era otra cosa que liberar a todos de la idolatría y llevar al pueblo al arrepentimiento.

Para reflexionar:

1.Tu obediencia puede bendecir y traer libertad a muchos.

2. ¿Actuarías como Gedeón y serías capaz de hacer lo que Dios te pide, pese a las críticas o el rechazo que puedas recibir de tus amigos o familia?

3. Comparte tu fe y de bendición en el lugar que te encuentras, brilla con la luz de Cristo.