¿Cómo te llamas?Muestra
Recordando la promesa.
Continuando con la historia de Jacob, mientras él oraba en medio de su angustia recordó la promesa que Dios le había hecho en Betel, Jacob sabía que no era digno de la bondad de Dios, pero a pesar de eso, Dios lo miró con agrado y le dio su favor.
¿En qué fijamos nuestra mirada?
En lo complicada y difícil que está la situación que tenemos por delante, le estamos dando la oportunidad a Dios de poner nuestra fe y confianza, en cada una de sus promesas.
¿Cuántas veces hemos dudado de las promesas que Dios tiene para con nosotros?
Si bien sabemos que la biblia fue escrita hace muchos años es increíble ver como en la actualidad sigue siendo de gran influencia cada una de sus promesas para nuestras vidas, lo fue para Jacob, lo fue para Josué, lo fue para David y estoy seguro de que para ti también lo será.
Que las promesas de Dios nos abracen y nos traigan paz en medio de la guerra, en medio del afán, que cuando nuestras fuerzas decaigan, sus promesas nos levanten para volver a empezar.
Sabes, en mi habitación, en la pared que está frente a mi cama he estado poniendo en notas adhesivas cada promesa de Dios que he encontrado en la Biblia, con la finalidad de que sus promesas sean las que me impulsen a un nuevo día, que cuando llegue la adversidad tenga una promesa de Dios frente a mí que me impulse a creer y saber que Dios tiene cuidado de mí.
Reflexión.
Recuerda que Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos. Así es Dios; es fiel el que hizo la promesa, Dios no te va a abandonar, quitemos la duda o el miedo y aunque vengan a nosotros todas estas cosas, recordemos siempre sus promesas. Tal vez hoy tengas que hacer algo más para impulsarte cada día a creer, confiar y recordar cada promesa, inténtalo tendrás un mural que llene tu fe cada día por sus palabras.
Oración.
Gracias Padre porque a través de tus promesas veo el verdadero amor y cariño que tú tienes hacia mí, tanto así que dejaste un gran libro para que pudiera tenerlo siempre presente y seguir recibiendo de ese amor incondicional, ayúdame a que en todo momento yo pueda recordar tus promesas, aferrarme a ellas, que sean mi esperanza cuando venga la adversidad, ayúdame a solo confiar en ti. Gracias, Papá. Amén.
Acerca de este Plan
Como hijos de Dios tener clara nuestra identidad es fundamental para nuestras vidas, conocer esta área y el poder marcar y definir quién realmente somos. En los próximos días veremos juntos la importancia de tener clara nuestra identidad, y cómo esta nos traza rumbo incluso en medio de la adversida. Si tenemos nuestra esperanza en Dios llevaremos una vida en victoria.
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Nos gustaría agradecer a Iglesia Casa de Fe por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://iglesiacasadefe.org