Matando GigantesMuestra

El gigante del desaliento

"¿Por qué, alma mía, estás abatida? ¿Por qué tan perturbado dentro de mí? Poned vuestra esperanza en Dios, porque yo le alabaré, mi Salvador y mi Dios" Salmos 42:11 (NVI)

Para ser perfectamente sincero y honesto, les diré que creo que es la excepción que algunas personas no estén pasando por momentos personalmente desafiantes en la actualidad. Lo que sea, y te dirán que es financiero, de salud, de trabajo, de relaciones o de un sentimiento de desesperanza. Algunos están luchando con la crianza de los hijos en un momento tan peligroso y moralmente deficiente. Viven con miedo por sus hijos. Algunos te dirán que el bombardeo de noticias negativas y la violencia que ven amenazan su paz. El entorno político es, a veces, un campo de batalla. Los acontecimientos mundiales son extremadamente preocupantes. Esto trae una sensación de temor sobre el futuro a algunos. Enfermedades de muchos tipos continúan apareciendo, y la poca paz que una vez sentimos por haber "pasado algo" se hace añicos al tener que enfrentar amenazas aún más virales y económicas. Terremotos, huracanes, tornados, pestes, enfermedades, crisis económicas, violencia y muchas otras amenazas se ciernen a nuestro alrededor. ¿Mmmm? Me pregunto por qué tanta gente se siente abatida. Es fácil ver por qué. ¿Estás abatido? ¿Estás desanimado?

Si no estás abatido, es probable que algún día lo estés, y entonces entenderás por qué la palabra es tan descriptiva. Cuando pienso en estar abatido, pienso en estar triste, deprimido y desanimado. Pero hay otra palabra que lo describe mejor, porque golpea el corazón y se llama apropiadamente descorazonado.

La palabra se define como una pérdida de esperanza, entusiasmo o coraje. Piensa en un soldado cansado de la batalla con fatiga de batalla que sigue el movimiento de una batalla interminable que parece no tener fin. Incluso abandonar el campo de batalla no termina ahí. Lo llaman trastorno de estrés postraumático. Entendemos que es un trastorno de estrés postraumático cuando vemos los síntomas en este hombre o mujer, ya que se puede diagnosticar. Estamos viendo gente descorazonada. En cierto modo, muchas personas describirían lo que sienten como desaliento. En un sentido bíblico, están abatidos y claramente desanimados.

Creo que no es irónico que David, quien escribió este pasaje en los Salmos, supiera cómo moverse en un campo de batalla. Entendería el P.T.S.D. de primera mano. Entendería la amenaza. Entendería la traición. Entendería la angustia, y sí, entendería el sentimiento de estar desanimado. Los eruditos creen que David escribió este pasaje cuando Absalón lo perseguía para matarlo y reemplazarlo. ¿Te imaginas cómo habría sido esto para el anciano David? Solo unos tres años antes de su muerte por causas naturales, su hijo intentó matarlo. ¿Podría haber algo más grande que enviar a un hombre al dolor, la desesperación, la depresión y una sensación completa de estar abatido hasta su punto más bajo? Darme cuenta de esto me hace verlo en términos relativos. Me doy cuenta de que ninguno de mis desafíos ha llegado a este nivel de dolor. David sabía que lo que está compartiendo con nosotros en este Salmo es la manera de superar esta condición abatida, y también puede ser nuestra ayuda.

Mientras David procesa lo que está sucediendo en esta hora más oscura de su vida, recuerda cosas que sucedieron antes de que terminaran bien. Recordó los esfuerzos de Saúl por matarlo y cómo fracasaron. Recordó las innumerables batallas que había librado, empezando por el gigante Goliat. Todas las reglas naturales y metafísicas le dirían a David y a todos los hombres que lo observaban que las probabilidades de vencer a este gigante estaban en su contra.
No había forma de que David pudiera prevalecer contra el gigante, y, sin embargo, al final del día, David sostuvo la cabeza de Goliat en su mano después de cortarla del cuerpo del gigante. David recordó la fidelidad de Dios durante ese tiempo, y supo que aquí es donde encontraría su consuelo en esta amenaza actual.
Comienza a hablarse a sí mismo en segunda persona para procesarlo con fe, seguridad y esperanza.

—¿Por qué, alma mía, estás abatida?

—¿Por qué tan perturbado dentro de mí?

"Pon tu esperanza en Dios". .

¿Ves cómo David, el veterano del campo de batalla, literalmente razona a sí mismo a través de su condición abatida y luego reclama la victoria antes de recibirla? Eso es lo que es la fe. Es tomar posesión de algo antes de que lo veamos, basado en la definición de Hebreos 11:1.¿Qué recibió David por fe? Lo dice:

"porque aún lo alabaré, mi Salvador y mi Dios".

En efecto. Una vez más, David vería el rescate de Dios. Durante los próximos días, me gustaría que hiciéramos nuestro propio procesamiento con las cosas que hacen que tú y yo nos desanimemos. Creo que se puede encontrar una victoria para el que está oprimido, abatido o desanimado. Vamos a abordarlo así. Encontremos el coraje no solo para mantenernos firmes en estos tiempos, sino también para prosperar en ellos. Como seguidores de Cristo, se nos dice que somos más que vencedores (Romanos 8:37). Seamos precisamente eso. Seamos los vencedores de los gigantes que han levantado sus feas cabezas para amenazarnos. Dios nos mostrará cómo luchar contra ellos, porque lo ha hecho muchas veces antes.