El ayuno bien hecho: preguntas y respuestasMuestra

“Y ahora hablemos del ayuno... cuando por un motivo espiritual te abstengas de tomar alimento, no lo hagas en público como los hipócritas, que tratan de lucir pálidos y desaliñados para que la gente se dé cuenta que ayunaron... aparte de esto, no tendrán más recompensa... cuando ayunes, vístete de fiesta, para que nadie, excepto tu Padre, se dé cuenta... Y tu Padre... te recompensará”, Mateo 6:16-18 (NT BAD).

¿Estás conforme con tu vida espiritual?
Espero que no, pues existen bendiciones que Dios desea liberar en tu vida, familia y ministerio; pero no lo hará hasta que aprendas a combinar algunos recursos espirituales. Por ejemplo, la oración y el ayuno tienen el poder de llevarnos a una relación más profunda, íntima y poderosa con Dios. No es una forma de manipular a Dios, pero sí de llamar su atención.

¿Por qué ayunar?
Porque lo ordenó el Señor: “El Señor... dijo: “... deberán celebrar una reunión santa, y dedicar ese día al ayuno, y quemar una ofrenda en honor del Señor... Es una ley permanente, que pasará de padres a hijos y dondequiera que ustedes vivan. Será... un día... dedicado al ayuno...”, Levítico 23:26-32 (DHH). Jesús dijo: “Un día el novio será llevado, y entonces sí ayunarán”, Lucas 5:35 (NTV). No es cuestión de gusto o de ‘si nos parece que deberíamos hacerlo’. Hay que hacerlo porque Él lo instituyó.