¡Deja El Temor!Muestra

¡Tranquilo, no morirás!

Un “yo estaré contigo” de parte de Dios era todo lo que Gedeón necesitaba escuchar (Jueces 6:16), y esa promesa lo motivó a entregar una ofrenda a Dios y edificar un altar que llamó Jehová-salom (Jehová es Paz). La promesa de la presencia de Dios en medio de la prueba fue lo que renovó por completo la mentalidad de Gedeón y lo llenó de paz.

Así como a Gedeón, Dios no solo te ha enviado, Él ha prometido estar contigo, y el Espíritu Santo es el cumplimiento de esa promesa. Pide a Dios que descienda su Espíritu sobre ti y actúa en fe, sabiendo que en medio de la prueba el Espíritu Santo te consuela e intercede por ti en medio de tu debilidad.

Como primer acto de fe, entrega hoy tus preocupaciones a Dios en oración, para que su paz; que sobrepasa todo entendimiento, proteja tu corazón y pensamientos. Deja a un lado las excusas y obedece la voz de Dios. Eres esforzado y valiente, toma esa identidad de escogido y enviado por Dios para enfrentar el llamado que el Señor te está haciendo para vivir de una manera distinta al resto del mundo. Llénate de fe, abandona tus temores y permite que el Espíritu Santo renueve tu entendimiento y fortalezca tu corazón.

“Pero Jehová le dijo: Paz a ti; no tengas temor, no morirás” (Jueces 6:23).¡No temas, Dios está contigo y te guiará hacia la victoria!

Ora conmigo…Señor, hoy vengo ante ti para entregar todas mis preocupaciones y miedos. Reconozco que necesito tu presencia y tu paz para enfrentar los desafíos que tengo por delante. Te pido que desciendas tu Espíritu Santo sobre mí, renovando mi mente y fortaleciendo mi corazón. Protégeme con tu paz que sobrepasa todo entendimiento y guíame hacia el propósito que has separado para mí. Hoy declaro que soy esforzado y valiente, elegido y enviado por ti, para vivir de acuerdo a tu llamado. Amén.

¡Felicidades! En estos 3 días has permitido que el Espíritu Santo renueve tu mente y transforme tu corazón por completo. De ahora en adelante podrás verte a ti mismo como Dios te ve y caminar en obediencia hacia el propósito perfecto que Él tiene para ti. Recuerda que con Dios de la mano no habrá tormenta que no puedas atravesar y sueño que no puedas alcanzar. ¡Sigue actuando en fe, que tu futuro es brillante!