¡Deja El Temor!Muestra
Soy esforzado y valiente
¿Acaso Dios se equivoca cada vez que te llama esforzado y valiente? O, ¿eres tú el que no quiere aceptar esa identidad? El primer paso para permitirle al Espíritu Santo renovar nuestro entendimiento es recordarle a nuestra humanidad quiénes somos en Cristo Jesús y a qué hemos sido llamados. No hemos recibido espíritu de esclavitud para vivir en temor; al contrario, hemos sido llamados Hijos de Dios, y a través de nuestro Padre Celestial recibimos poder, amor y dominio propio para sobrellevar toda prueba y alcanzar cada una de nuestras metas.
Adentrándonos en la vida de Gedeón, el libro de Jueces lo describe como un pobre y humilde agricultor lleno de sentimientos de inferioridad y dudas acerca de lo que Dios podía hacer a través de él. Antes de llamarlo a librar a Israel, lo primero que Dios hace es afirmar su identidad deteriorada por el contexto en el que vivía.
Tu situación actual no define tu identidad. Así como a Gedeón, Dios ya ha declarado que Él está contigo y eres esforzado y valiente. Por más oscura y difícil que sea la situación por la que estás atravesando, Dios no cambia sus pensamientos acerca de ti. Es hora de renovar tus pensamientos acerca de ti mismo y alinearlos a los de tu Padre Celestial.
Tus debilidades no limitan la voluntad de Dios para tu vida. En 2 Corintios 12:10 Pablo afirma que sus debilidades y angustias no eran más que una razón para alegrarse. El apóstol se gloriaba en sus debilidades porque había comprendido que sólo a través de ellas podía ser perfeccionado en Dios. Tus faltantes no pueden seguir siendo una razón para caminar con la mirada hacia abajo, porque te perderás de lo que se encuentra justo frente a ti, un propósito glorioso en Cristo Jesús.
Recobrar la fe en Dios es lo único que echará fuera todo temor. Por su falta de fe, Gedeón se había llenado de temor. Jeremías 17:7-8 nos hace saber que nuestra confianza en las manos de Dios trae seguridad, crecimiento y provisión aun en los tiempos más difíciles. No confíes más en tus fuerzas, confía en tu Dios que es capaz de renovarlas para ti, cuantas veces lo necesites hasta llegar a la meta.
¡Eres Hijo/a de Dios! ¡Eres esforzado/a y valiente!
Ora conmigo…Señor, permíteme verme como tú me ves, reafirma mi identidad y no permitas que las adversidades me alejen de tu perfecta voluntad. Hoy te entrego a ti toda mi confianza, sabiendo que tú me has llamado esforzado/a y valiente. Renueva mi mente y mi corazón, fortalece mi fe y ayúdame a caminar con seguridad en el propósito que tienes para mí. Que en cada desafío y dificultad pueda recordar que soy tu hijo/a, y eso me hace más que vencedor/a. Amén.
Reflexiona:
En el centro de una hoja en blanco escribe al menos 5 palabras que te definan. Como 6ta palabra coloca en toda la parte superior de la hoja que eres Hijo/a de Dios. Ahora escribe 3 cualidades más que lleguen a tu mente cuando escuchas que eres Hijo/a de Dios y compáralas con las 5 anteriores. Si empezaras a declarar todos los días en voz alta que eres Hijo/a de Dios, ¿qué crees que cambiaría en ti?
Acerca de este Plan
Ya sea que Dios haya puesto sueños en tu corazón que te parezcan inalcanzables o que miles de situaciones adversas te impidan creer en sus propósitos, un cambio de mentalidad es todo lo que necesitas. En este devocional de 3 días te guiaré en ese proceso de renovación y te ayudaré a alinear tus pensamientos con los planes de Dios para tu vida.
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Nos gustaría agradecer a Iglesia Casa de Fe por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://iglesiacasadefe.org/gdf-grupo-de-fe/