¡Deja El Temor!Muestra

Más obediencia, menos excusas

¿Habrá excusa que conmueva el corazón de Dios y lo haga cambiar de parecer? ¡Definitivamente no! El llamamiento de Dios es irrevocable, es decir, no se anula, ni se adapta a nuestros prejuicios; este solo está a la espera de que se le obedezca. Si sientes que le has fallado a Dios al no obedecer, hoy Él te da una nueva oportunidad para que vuelvas a escuchar su voz con fe y ponerla en práctica.

Obedeces a Dios cuando…

Pones tu fe en acción. Santiago 1:22 nos deja claro que nos engañamos a nosotros mismos al oír la Palabra y no aplicarla en nuestro diario vivir. No solo necesitas escuchar la Palabra, más importante aún es vivirla y hacerla real en tu vida. Elimina las excusas de tu mente, pídele a Dios que te ayude a vivir conforme a su Palabra y decide hoy obedecer con fe.

Abandonas tu propia manera de vivir. En Lucas 9:23, Jesús hace un llamado a todo aquel que quiera seguirlo, pero con una condición, que abandonen su propia manera de vivir. Una vida según la carne no puede agradar a Dios, pero si Cristo vive en ti, el Espíritu de Dios hace morir las obras de la carne y endereza tus pasos hacia una vida en santidad junto con Cristo.

Te enfocas en perfeccionar Su obra. En Lucas 9:62 Jesús nos deja claro que no es posible pertenecer al reino de Dios y seguir pendientes de lo que estamos dejando a causa del llamado. Una fe debilitada nos convierte en malos obreros, de esos que solo pone su mano en el arado, pero siguen extrañando su pasada manera de vivir. ¡Aviva tu fe!, para que tu enfoque ahora esté en perfeccionar la obra de Dios y ya no más en lo que has dejado atrás a causa de Él.

Elimina las excusas de tu lenguaje, porque has sido llamado para cosas mayores. Permite que Dios vuelva a tomar el control de tu vida, de tus pensamientos, y de los deseos de tu corazón; y decide hoy obedecer sin pretextos ni prejuicios hasta el fin de tus días.

Ora conmigo…Dios, perdóname si he fallado en mi obediencia hacia ti. Escudriña mi corazón y hazme ver qué aún debe ser transformado en mí para vivir conforme a tu Palabra. Enséñame a enfocar mis esfuerzos en perfeccionar tu obra, toma el control de mi vida y guíame en el camino de tu perfecta voluntad. Amén.

Reflexiona:

Anota en una hoja 3 excusas que actualmente te han impedido obedecer a Dios. ¿Acaso esas excusas son más influyentes en tu vida que las órdenes de Dios? ¿Qué harás de ahora en adelante para eliminar esas excusas?