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Compasión Divina Versus Condena HumanaMuestra

Compasión Divina Versus Condena Humana

DÍA 3 DE 4

Imagina la escena, un fariseo invita a sus amigo para conocer más a Jesús, todos se recuestan para cenar, sus pies apuntan hacia fuera mientras que entre ellos se forma un semicírculo para verse, conversar y comer. De pronto llega una mujer y se pone a lavar los pies de Jesús. Hay un silencio incómodo, Jesús no se escandaliza como para que los otros se animen a echar a la mujer fuera. Es una misma escena, pero la compasión divina ve cosas que la condena es incapaz de ver.

Desde la compasión divina Jesús veía a una mujer agradecida, el texto nos habla de lágrimas de gratitud, posiblemente antes tuvo un encuentro con Jesús o escucho de él algo que le hizo entender el poder del perdón para empezar otra vida cuando se sentía condenada y sin esperanzas. La mujer vivía desde la audacia de los libres, el texto bíblico usa una palabra "Sozo" que según los estudios del tema, se traduce como «dar nueva vida» y «producir un corazón nuevo». Esa mujer arrepentida y perdonada vivía el presente con una libertad que la hacía ser generosa y audaz, libre para reír y llorar.

Simón el fariseo y sus amigos no podía entender nada de eso, hay cosas en las que la condena humana nos ciega y nos aturde. No podemos ver nuestras fallas solo vivimos en un dialogo interno de calificar desde nuestras propias reglas y diseñar estrategias para no ser descubiertos. Simón no veía a la mujer, solo veía una situación embarazosa, es más, y si veía a la mujer, solo la podía ver desde su pasado. Además, el pensaba que estaba cenando y conversando con Jesús. Pero en realidad solo conversaba consigo mismo, era incapaz de ver la grandeza de su invitado. Recuerda, la condena humana siempre te impide ver a los demás, tu miras la vida desde tu historia y en este caso ,la historia que nos contamos nos hace miopes, egocéntricos e incapaces de conectarnos. Nos atrapa una historia de crimen y castigo donde la redención y la libertad no tienen lugar, somos rehenes de la culpa y la vergüenza

Jesús sabía del estado mental de Simón y buscó despertarlo desde una metáfora que habla de la compasión divina. ¿Cómo nos miramos y miramos a los demás, como el fariseo o como la mujer redimida? Si nos vemos como el fariseo, Jesús amorosamente nos quiere contar una historia sobre dos deudores esperando que podamos entender de una vez por todas que Él no mide como nosotros medimos y que si no entramos al mundo de la redención jamás seremos libres.

Señor Jesús ayúdanos a vernos y ver a los demás como tú nos ves.

Día 2Día 4

Acerca de este Plan

Compasión Divina Versus Condena Humana

Tres historias que se repiten en tres Evangelios , dos miradas e interpretaciones diferentes con resultados totalmente opuestos. Aprendamos de la mirada de Jesús para no caer en las garras de la amargura.

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Nos gustaría agradecer a Australis por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.instagram.com/habilidadesgenuinas/