Siete claves para el bienestar emocionalMuestra

Deje de hacer tratos con Dios

Quizás usted piensa que, si se esfuerza y hace suficientes cosas buenas, Dios le aceptará. Si es así, está intentando intercambiar buenas obras por la aceptación del Padre celestial. La verdad es que Dios le acepta tal como es, pero es a usted a quien le cuesta aceptar su amor.

Es posible que tenga dificultades para aceptar la misericordia de Dios porque nunca ha recibido su amor a plenitud. O puede estar tan acostumbrado a la naturaleza de dar y recibir, comprar y vender de nuestra cultura, que asume que puede tratar con Dios de la misma manera:Tú haces esto por mí, y yo haré esto por ti. Dios no opera de acuerdo con ese principio humano.

El principio de Dios es la total aceptación de usted cuando le pide perdón y hace su voluntad. Si Él desea cambiar algo en su vida, su disciplina es paciente y amable (nunca va más allá de su capacidad de soportarla), y su amor es constante (nunca es negado o quitado). Por mucho que lo intente, usted no puede hacer tratos con Dios.

¿Cuál debería ser su forma de actuar en vez de hacer tratos? ¡Me alegra que lo pregunte!

Confíe en Dios.

Pídale lo que quiera, y luego confíe en que Él responderá su oración de acuerdo con su sabiduría y provisión infinitas. “No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas” (Mateo 6.31-33).