Unidos a CristoMuestra
EL SUFRIMIENTO ES PARTE DE ESTA UNIÓN
Hablamos de tantos beneficios y bendiciones de la unión con Cristo, que ciertamente un solo plan de lectura no sería suficiente para descubrir todas y cada una de esas bendiciones espirituales que hemos recibido por estar unidos a Él. Ahora podemos reconocer la necesidad que tenemos de ser transformados a Su imagen, y del Espíritu Santo que trabaja en ese proceso gracias a que estamos unidos a Cristo.
La pregunta que podríamos hacernos es: ¿Cómo logra el Espíritu Santo que nos parezcamos más a Jesús?, ¿Cómo hace el Espíritu Santo para tomar a una persona y empezar a formar al Hijo de Dios en él?
No es mi deseo desanimarte, todo lo contrario, quisiera que al terminar este plan de lectura tengas gozo en tu corazón porque estás siendo transformado a la imagen de Cristo. Las bendiciones de esta unión son tan dulces, y no quisiera que sientas un sabor amargo por lo que estoy por compartirte. Hay un aspecto de esta unión que no a todos nos gusta saborear, pero sigue siendo dulce para quienes lo entienden desde la perspectiva de Dios.
La semejanza con Cristo se hace evidente y se perfecciona por medio del sufrimiento. Cristo nos dejó el ejemplo en todo, pero específicamente el ejemplo de Su sufrimiento. Quienes estamos unidos a Cristo fuimos llamados a enfrentar el sufrimiento tal y como Cristo lo hizo, imitándolo y llegando a ser así más parecidos a Él. Imitarlo a Él significa imitarlo en todo. Incluso en el sufrimiento, podemos llegar a ser imitadores de nuestro Señor. Y dice Su Palabra que para esto fuimos llamados, para seguir sus pasos (1 Pedro 2:21).
No debemos ver el sufrimiento desde la perspectiva humana. Porque honestamente no queremos sufrir. Y no es que los que estamos unidos a Cristo disfrutamos el sufrimiento, sino que lo entendemos tal y como Dios nos pide que lo entendamos. Si llegamos a comprender que nuestro sufrimiento se conecta con participar de Su gloria, entonces con paciencia soportaremos el sufrimiento hasta que Él sea formado en nosotros y hasta que Él vuelva por nosotros.
Las pruebas que nos producen sufrimiento son momentáneas y pasajeras. Y no me refiero a lo que para nosotros es momentáneo, o lo que nosotros entendemos como pasajero. Esto no se trata de la medida de tiempo que tenemos los seres humanos. Estamos hablando en términos de la eternidad. Momentáneo puede ser toda la vida, y pasajero puede ser hasta el día de nuestra muerte. El punto clave es entender lo que produce este sufrimiento, la imagen de Cristo en nosotros, un eterno peso de gloria, que sobrepasa toda comparación (2 Corintios 4:16-18).
El sufrimiento es momentáneo. La imagen de Cristo en nosotros es para la eternidad.
Por medio de las pruebas y dificultades Dios nos hace semejantes a Cristo, y al mismo tiempo nos hace madurar en la unión con Él. Hay aspectos del carácter de Cristo que son formadas en nosotros por medio de las diversas pruebas que atravesamos en la vida. Si somos coherederos con Cristo en verdad, lo somos porque padecemos con Él. Con un solo fin, que Él sea glorificado en nosotros y a su vez, nosotros con Él (Romanos 8:17).
Todos queremos participar de esa gloria, pero no todos aceptan el sufrimiento que esto conlleva. Y estar unidos a Cristo significa, vivir todas esas bendiciones dulces incluyendo las bendiciones del sufrimiento que nos une a Él.
Existe un consuelo para nuestro corazón, que Jesús entiende y comprende perfectamente el sufrimiento que padecemos. Lo que estamos experimentando Él ya lo experimentó. Lo que estamos viviendo, Él ya lo vivió. Jesús sabe lo que enfrentamos, las limitaciones que tenemos. Las debilidades en las que caemos. Los obstáculos en los que tropezamos. Si estamos unidos a Él, y seguimos sus pasos, Él entiende que sufrimos.
Si estás atravesando una situación difícil y estás atravesando por un tiempo de gran sufrimiento, quiero decirte que Jesús comprende lo que estás sintiendo. Jesús tiene el poder para socorrerte y darte las fuerzas para soportar el sufrimiento (Hebreos 2:18).
Estás unido a Cristo, Él esta siendo formado en tu vida. Estás creciendo en Su imagen. Él recibirá la gloria y tu estarás eternamente con Él. Permite que el Espíritu Santo trabaje en medio de tu sufrimiento, Él sabe lo que está haciendo, solo déjalo obrar. Él está fortaleciendo esa unión. Te está soldando a Cristo, te está uniendo a la fuente de eterna salvación.
Estamos en Cristo, nada puede separarnos de Su amor.
Acerca de este Plan
Saber que estamos unidos a Cristo debe ser uno de los primeros conocimientos que debemos adquirir en nuestra vida de fe. El saber que estamos unidos a Cristo debe ser el fundamento de cualquier desarrollo espiritual en nosotros. Todo beneficio que podamos experimentar en la vida cristiana tiene como base el hecho que estamos unidos a Cristo.
More
Nos gustaría agradecer a Christian Chiluisa por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.instagram.com/capellan.chris/