Ve con valentía

"Porque el amor de Cristo nos controla y obliga".

El llamado de Dios para cada uno de nosotros aquí hoy es cambiar nuestro enfoque de MÍ, DE MÍ MISMO Y DE YO. Esta mentalidad egocéntrica a menudo puede conducir a sentimientos de depresión y falta de motivación. Pero cuando elegimos vivir como un sacrificio vivo, viviendo para Dios y los demás, Él promete cuidar de nosotros y de nuestras familias. Ya no vivimos para nosotros mismos sino para Aquel que murió y resucitó para vivir. ¿Cómo se aplica esto a tu vida diaria? Responder al llamado de Dios trae el apoyo del Cielo a tu vida, brindándote guía y fortaleza en tu vida.

2 Corintios 5:17:

"De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron. He aquí, cosas nuevas son hechas".

Hay un llamado divino a tu vida, un llamado único del Cielo: recordar tu propósito, ser rejuvenecido por el amor de Dios y, en última instancia, ser impulsado hacia adelante en tu misión específica.

El primer llamado es a la restauración del amor de Dios:

Juan 21:15

"Cuando hubieron desayunado, Jesús preguntó a Simón Pedro: 'Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que estos?'. 'Sí, Señor', le dijo, 'tú sabes que te amo'. 'Apacienta mis corderos', le dijo".

Jesús estaba restaurando el error que cometió Pedro cuando lo negó tres veces. Jesús estaba sanando la herida de acusación y condenación que llevaba Pedro. Sin esta restauración, Pedro no podría ser enviado; su pasado lo estaba frenando. Tu primera restauración es, por gracia, un llamado al arrepentimiento. Como Pedro, debes arrepentirte y comprometerte a amar a Dios primero. Busca primero el Reino de Dios y todo lo demás te será añadido. Jesús restauró la primera negación de Pedro al asegurarse de que el amor de Pedro por Dios fuera un compromiso de su mente y voluntad. Si dudas del amor de Dios, será un desafío cumplir Su llamado. Jesús te asegura su amor, haciéndote saber que no hay nada que puedas hacer para impedir que Él te ame. Él te llama a alimentar a sus corderos, a dar esperanza a los que están perdidos y a amar a los nuevos creyentes.

El segundo llamado es una restauración de tu llamado

Juan 21:16

"Por segunda vez le preguntó: 'Simón, hijo de Juan, ¿me amas?' 'Sí, Señor', le dijo, 'tú sabes que te amo'. 'Pastorea mis ovejas', le dijo".

Jesús volvió a interrogar a Pedro, ya que todo creyente debe evaluar su vida. Las situaciones de la vida habían desviado el llamado de Pedro. Jesús lo restauró mandándole que pastoreara a sus ovejas. Mucha gente se detiene en la primera restauración, pero Jesús te está llamando a regresar a tu primer amor y al fuego que tenías cuando lo recibiste por primera vez como tu Salvador. Este llamado es para aquellos que han retrocedido. El Señor os recuerda. Él restaurará la visión que ha tenido para tu vida desde el principio.

El tercer llamado es la restauración de la voluntad, la mente y las emociones.

Juan 21:17

"Le preguntó por tercera vez: 'Simón, hijo de Juan, ¿me amas?' Pedro se entristeció porque le preguntó por tercera vez: "¿Me amas?". Él dijo: 'Señor, ¡Tú lo sabes todo! Tú sabes que te amo'. 'Apacienta mis ovejas', dijo Jesús. 'Te aseguro que cuando eras joven te atabas el cinturón y caminabas por donde quisieras, pero cuando seas viejo extenderás las manos y otro te atará. llevarte a donde no quieras ir".

Pedro se dio cuenta de lo que Jesús estaba haciendo y su mente volvió al momento en que no respondió al llamado. Debemos llegar a una entrega completa para responder al llamado de Dios. Entrega tu mente: permite que Dios se apodere de tus pensamientos y los llene de cosas celestiales. Hay un llamado en tu mente para darte la mente de Cristo.

Hay una revocación de su testamento. Dios nunca tuvo la intención de que tú siguieras tu propia voluntad, lo que puede ser la razón de la falta de propósito. La dirección de Jesús siempre fue: "No se haga mi voluntad, sino la tuya". Se te recuerda que debes entregar tu voluntad a la voluntad de Dios para tu vida.

Hay un llamado del Cielo a tus emociones. Un día estás amando a Dios; al siguiente, estás amando al mundo. Un día quieres ser usado por Dios; al siguiente, no quieres seguir el propósito de Dios. Hay un llamado del Cielo para cambiar tus emociones por fe. No se trata de lo que sientes sino de lo que Él dijo en Su Palabra. ¡Él declara que eres más que un vencedor!

Si está dispuesto a regresar al corazón de la adoración, hay un reencuentro con su nombre. Un producto con retirada a menos que regrese a la fábrica de origen. Recibirás como Pedro si estás dispuesto a responder al llamado del Cielo.

Repite esta oración: "¡Dios, aquí estoy! Arregla las desviaciones en mi vida, alineame con Tu voluntad, restaura mi llamado y restaura mi mente, voluntad y emociones, en el nombre de Jesús".