Restauración

Si la tarea de Dios parece distante o inalcanzable, tal vez las circunstancias de la vida hayan nublado su propósito para ti. Pero no te desanimes, así como una empresa retira sus productos del mercado para restaurarlos a su función prevista, nosotros también podemos regresar a Dios para su restauración. Este proceso no es un castigo sino un acto de amor de Dios para devolvernos a nuestro verdadero propósito.

La oración es el taller donde tu vida se restaura y tu propósito se realinea con los propósitos de Dios. En Juan 21, vemos una historia similar. Los discípulos, que habían sido entrenados, amados y provistos por Jesús, estaban listos para continuar con su llamado. Sin embargo, les pasó la vida. Después de la crucifixión de Jesús, estaban confundidos y asustados, inseguros de su propósito.

Al igual que los discípulos, podemos permitir que las situaciones de la vida nos distorsionen o nos desvíen del llamado de Dios. Podría ser una relación, un trabajo, una amistad o cualquier otra cosa que requiera nuestro tiempo y concentración. Estas cosas pueden hacer que necesitemos restauración. La vida deja su huella, pero Jesús está aquí hoy, tal como estuvo en la orilla, en Juan 21.

Juan 21:2-3 Estaban allí varios de los discípulos: Simón Pedro, Tomás (apodado el Gemelo), Natanael de Caná de Galilea, los hijos de Zebedeo y otros dos discípulos. Simón Pedro dijo: "Voy a pescar". “Nosotros también iremos”, dijeron todos. Entonces salieron en la barca, pero no pescaron nada en toda la noche.

A pesar de pasar tres años con Jesús, los discípulos no estaban seguros de su llamado. Si hoy te encuentras en un lugar similar de incertidumbre, sabe que no estás solo. Todo lo que Dios necesita de ti es un corazón dispuesto y tu obediencia. Un corazón dispuesto sin obediencia no es útil, pero con Dios, incluso el camino más incierto puede conducir a Su propósito.

¿Estás tratando de hacer las cosas con tus propias fuerzas? ¿Estás construyendo negocios, estableciendo relaciones y rodeándote de personas a las que Jesús nunca te llamó? Proverbios 16:25 dice: "Hay camino que al hombre le parece derecho, pero su fin es camino de muerte". Esta muerte es espiritual.

Es hora de regresar al taller de Dios para tu restauración, para realinear tu vida con Su propósito. Recuerda, no sólo estás llamado a reunirte en un edificio, sino a ser un agente de cambio, a impactar a todas las personas con las que entres en contacto. Acepta el llamado y deja que Dios te restaure a tu propósito original. En Sus manos encontrarás la guía y dirección que necesitas.